Maldito Deseo de ti.
uta, a que todos queden en silencio cuando hace su entrada triunfal a cualquier escenario, odia los escándalos ta
los hombres de la familia Ferro no pasaban de los 35 años sin contraer matrimonio, ya estaba en los límites, la mujer perfecta según sus estándares, no era nada más que Diana Peruzzi, una fina joven, perteneciente a un linaje respetable del norte de Sicilia, aparte de tener unos modales exquisitos, la primera vez que la vio
para el placer estaba Serafine, una sensual modelo francesa que desde hace 5 años era su ama
podía considerar toda una maravilla, más cuando llegab
las características peculiares de su familia se acercó a él para abrazarlo y felicitarlo por su nueva hazaña al asociarse con un gran empresario A
buen ánimo, acercándose al bar ubicado en su oficina para se
ara que los Ferro en un fut
. -Chocaron las copas
pero la verdad dejaban mucho que desear. En su mayoría le prestaban más atención a los
que piensas viajar
e, que requieren de mí atención urgente, aparte de algo de di
eliquias familiares que heredast
nte a su familia por más de cinco generaciones, la imagen trazada representaba a una joven q
e pintada por su tatarabuela Georgina Ganuzzi, an
stra de su nuevo socio, igual se podía anotar algunos puntos tomando sus propias precauciones, el mismo se encargaría de llevarla y recogerla, además confiaba en Arll
ieval y renacentista más grande del mundo, la fortuna invertida es cuantiosa, su
ene un porqué y para que, no doy pasos a ciegas...eso lo a
s buen viaje y prudencia, ya tu boda con la señorita Peruzzi está a le
os por vivir. De lo demás no te preo
era ante su vista para llamar a su chófer, el ambiente en la cuidad para ese día parecía potable para una escapada