Me Perteneces.

a para luego ir por la minifalda, no es que estorbe mucho. Me desabrocha el botón de la falda y con facilidad la desliza hacia abajo,

fresco y la calidez de su lengua me provoca un delici

bros para aliviar los escalofrío

re el sillón, y él nuevamente se vuelve a arrodillar ante mí. Apoyo las manos sobre sus hombros, pero él me las

on las reg

uridad. Introduce los dedos por la parte supe

deshacerse de mis bragas. Estoy desnuda por completo, pero él

ordeno, enviándole u

alicia, y yo lo miro con

capaz de ser el hombre romántico y a la vez ese hombr

bre, pero un hombr

por fin llega al último botón, echa los hombros atrás y se la quita. Por un instante mi mirada

esesperación. Solo le falta liberarse de los pantalones para estar desnudo, sí, ¡

Me ha calentado, estoy rabi

s hace que me agite para aliviar los

tengo ganas de hacerlo en el aislador don

ome, sus manos quedaron en mi trasero y

me deja sobre la mesa redonda de vidrio

parte superior de mis piernas y empieza a trazar círculos con los pulgares a tan solo unos milímetros de mi

ita, y levanta una mano y me acaric

Con una sonrisa maliciosa prosigo. Yo lo rodeo con la leng

excita y

liza la palma de la mano por el cuello hasta llegar a

rior el deseo de poseerme y

rdiendo el con

ueada y empieza a masaje

ignoro lo que sus palabras sign

os instantes más y después vuelve a ac

á provocando o me está castigando y eso hace que mi paciencia se acabe, quiero que acabe con es

briagada

te y sus manos empiezan a deslizarse de nuevo hacia mi parte delanter

adas en mil direcciones diferentes. Me echo hacia delante y apoyo la frente en su hombro mientras

o de mí—, esto es lo que yo provoco—gime al tiempo que lo extrae y lo extie

—alzo u

ero dispuesto para él. Firme me sostengo de la orilla de la mesa de vidrio. Siento que su cuerpo se aproxima, el

cadera contra la par

xpertos, provocando que mi piel se erice por completo. Mi sangre ar

mbros con las manos por completo y empieza a

en un hilo de voz a

ansias. Arriba de mis hombros puedo ver que se lib

cuello y siento que su erección se restriega por mi columna. En un intento por estabilizar mi res

y recorre la línea de mi columna hasta acabar con un suave beso en la espalda

esistirme —gruñe, y me agarr

con una rápida y energética que me

osor de su pene iba abriendo cam

eso me gusta —dice

bles. No tiene piedad. Me suelta el cuello y el pecho, para agarrarme de las caderas y tira de

tito lujurioso y mi c

ucho que nuestros cuerpos sudorosos chocan con violencia y los gruñidos de este hombre sobre mí. Me concentro en sof

o de mi cuello, saliendo lentamente de m

tres…, y

al mismo tiempo

y me obliga a permanecer donde estoy; la

cuando flexiona los dedos me embiste hacia delante con un gru

spalda hasta unirse a la otra en mi cadera, per

salir a un ritmo

con voz ronca mientr

ble, y estoy al borde de tener e

—grito, suplic

mpetu, agarrado de mi hombro y trazando círcu

cabeza ha

engo

se estira mientras continúa ace

y ambos nos d

dos sobre la cabeza y lo arrastro a él conmigo,

as —j

ido en mi interior mientras su

y absorbo hasta la última gota de su simiente mientra

fuese una competencia. Trato de control

bragas com

!, es mío, me pertenece y cuidado dejas que te vean

ldi

rme la minifalda, tengo qu

el desastre que hay en el piso. ¡Ahí está! La agarro para luego correr

ujer que recién a

la ropa, sí, es que el desgraciado me e

mento, pero quiero saber esas reglas, en