La obsesión del mafioso.
lenta y calculada. Podía sentir su mirada sobre mí, buscando algo que yo no le daría, pero era útil por ahora. **Muy útil**. Su cercanía a los
techo-. La hija del miserable que me arrebató a mis padres.
a risa suave, ca
México y, sin embargo, sigues pensando en ella -susurró, mientras se
ro, mirándol
fríamente-. Lo nuestro es solo sex
stura rápidamente. Me conocía lo suficiente para saber
intentando sonar sincera, aunque
igarrillo-. Así que, Alisa es virgen, ¿eh? Debe
sa, aunque podía ver el dolor
. Siempre ha sido tan..
vía a apoderarse de mí al pensar en Alisa. Mi venganza estaba cerc
merece -dije con
siempre era recompensada. Me alejé de la cama sin mirar atrás, dejando a Marcela entre las sábanas. Ella no era más que una herramienta en mi plan, una que terminaría de
esaba el rostro eran un recordatorio constante de lo que nos habían arrebatado. Él me había salvado de aquel ince
de brazos al verlo-. No quiero que
que lo tratara con cautela, pero no tenía opci
objetivo ya llegó a la ciudad, Cristián. Esa maldita A
ble de venganza que también me quemaba por dentro. Per
n calma, aunque por dentro, tambié
Cristián? -gruñó, dando un paso ha
e el silencio se instalara en
ndo cada palabra-. Pero no ahora. Si lo hacemos sin
raba, pero no dijo nada. Sabía que tenía razón,
e su hombro-. Cuando llegue el momento, Alisa pagará por lo que nos hiz
que sería difícil contenerlo, pero también sabía que cua