Reborn
edificio frente a mÃ, el cual tiene una enorme reja parecida a la de la cárcel, ubicada a unas cuadras de este lugar. Pod
iento azota mi rostro, permitiéndome asp
ler la adultez ve
nas tenemos dieciséis años, y no descartemos el hecho de que estamos en segundo año de preparatoria. No
nco años para ser mayores de edad en todo el mundo -dije con rapidez y pude sentir cómo me faltaba el aire al finalizar-.
ntas cree que son mis palabras, y Pamela, que está a
eleen por esto. Entr
ande como parece por fuera, pero tampoco tan pequeño como mi antigua escuela. Sin embargo, el
or primera vez en sus vidas, hasta que llegan a segundo de bachillerato. Hoy, justo en este in
urmuro para mà misma, mientras pa
y ocupo mi atención en algo muy lejano a lo que hablan. Empiezo a mirar con "discreción" a las personas que
uela, preguntarle serÃa una pérdida de tiempo. Nunca ob
icio de semestre -aclara Kamil viendo a Pamela desorientada, mirando todo a su pa
tonces -me
as espaldas cuando me ve cami
mà misma con la intención de hacerme paso hasta el patio, pero no avanzo
n podrÃa ser, y cuando una persona en particular viene a mi
hunden en entendimiento y mi sonrisa se desvanece. Él no harÃa semeja
las por mà misma. Al hacerlo, doy la vuelta para mirarlo y una mueca de decepción aborda mis labios casi al ins
ndo el rostro indignado de Ran
ime que estás feliz de
a estar feliz de verte -me apresuré a abrazarlo, y solo cuan
a -indicó una vez nos separamos. Un gesto de dolor fingido ornamentó
ra cerca de mi oreja para poder susurrarme aquel nombre q
ma
me miró c
que no
-murmuró
no! -r
acer semejante espectáculo. Gritando
eños. Su padre es muy amigo de los mÃos y por esa razón hoy en dÃa somos muy unidos, tanto asà que po
darte ser mi amigo
.
r finalizado el discurso de principio de año escolar. Estoy
irada y med
án a mi alrededor, a la vez que permito qu
rige en dirección de la persona a mi lado y me encue
está
hacia el frente, y sin demora mis ojos se fijan de lle
cto
ra después fijar sus ojos desconcertados en la chica q
on una sonrisa radiante-. Por favor, Kamil, no digas que hoy v
n a empezar
a y yo exhalo ai
empre más de lo que debes -r
empre dices cosas fuera de lugar, asà que
ponder y se arme una discusi
mbas y cumpliendo mi objetivo. Coloqué mi mano derecha en mi pecho, mientras me dispong
verla fastidiada. Ella se molesta con gran facilidad y cuan
demán con la mano en forma de despedida y con pesar porque me tocó en un aula diferente al de mis tr
indicado por medio de un cartel, que pusieron en los pasillos
estancia. Rostros puramente desconocidos me reciben; la mayorÃa ni siquiera nota mi prese
sos me abandonan y vuelven a lo suyo. Trago saliva con
ue Gamaliel gritó en dirección de las personas que se burlaban, todo
iva con dificul
o... -indicó arrast
apenas salió. Ta
r dÃa, ¿qué op
formado en mi garganta era una de las razones por las cuales esto
deme -d
a abrirla dispuesta a decir algo, pero en ese instante, mi vista se tr
y con cara de cansancio empezó a entrar
stado del profesor y comencé a caminar en su dirección. Hice la acción d
on mis brazos de forma b
orma suave, lenta y pareciendo inseg