LA ESPOSA

to, sabían

nte para el festejado- dijo, sacando un estuche envuelto en papel de regalo, y ent

canzó a deci

la señora Sonya?- preguntó, dirigiéndos

e casa, que es su casa- ofreció, con dem

viene de genética- ag

que aún no conoces a la más pequeña, Jazmina. Hija, saluda al señor D

se quedaron sostenidas por unos segundos-.

sonrió y viró los

la puerta. No podía soportar aquello, era obvio ante s

ó ahora la señora a Ross, haciendo q

sostuvo de la mano y no vio el anillo-¿Dónde está?- sin darle chance tomó su bolso de mano, lo abrió y sacó la deslumbrante sortija. Y sin mucho

d Del Villar, mi amigo y jefe- dijo elevando la voz-. Él nos ac

u hermana le había echado el ojo a su prob

es su consentimiento antes de presentarme así- agregó inclinando levemente la cabeza-. Mañana empezarán a llegarles las invitaciones. En otro momen

ndo el diamante e

stro apoyo. Faltaba más- se le acercó y lo tomó de la mano,

, yo solo... de

ojos veían, y finalmente se marchó, dej

a a unos cinco minutos, y se sentó allí c

- lo escuchó decir, levantan

e cuestionó, volvien

le rodeó los homb

aces?- le cuestio

estás tan enojad

o. No seré el hazmerreír de tod

interrogó, girándose de

d, de eso hablo- le explic

ándola entonces por el rabillo del oj

todo lo que tienes que decir? ¡Encima vienes e irrumpes en el c

o. El otro lo publicaron e

El

agregó encogién

ijiste? No

sara- volvió a mirarla

conmigo

no es que deseen que yo me case, ellos lo que q

largo

de soslayo, después de v

que ellos dig

es triste- dijo

de mí- se acercó a ella un poc

e reojo y luego levantó

ben todo de mí. -Co

tampoco

podrá mancharte

o a car

mántica? Aunque no pareces de l

más no

reces un cuid

a contento porque asumía que tú no te h

de reojo.- Tu auto y... tu ropa, era claro

a nuestros hijos que te habías

silencio p

zó una mirada rápida-. Hay un hotel en el pueblo p

tomándole la barbilla para h

a, acercándose a la pareja- Adónd

o de pie inm

ss, también poniéndose

eció la rubia tom

, gracias- aseguró, sacan

que me lla

me permitas ll

e encogió d

s, sabía que aún podía alcanzar a Ross. Jus

- le preguntó, haciéndolo detenerse y volt