Novia prometida

a. Tiene una vida envidiable donde los autos de lujo, las joyas, zapatos y la ropa de marca… ya no la impresionan. ¡Lo ti

rias. Estudia psicología, solo para contradecir a sus padres adoptivos, quienes son dueños de grandes empresas y le suger

ncipio se inscribió en psicología por descarte, pero cuando empezó a conocer a fondo sobre las conductas humanas y los sentimien

ñora Giorgia no perdía la esperanza de conv

as Dupont. No deseo convertirme en un autómata. ¡Déjame vivir la vida a mi antojo! —

yúdame esta vez por amor de Dios! —El señor Dupont so

a ti cuando te conocí. No llegaran nunca a algún acuerdo porque tie

e, tomó su mochila y salió sin dete

s tan débil que nunca puedes imponerle una orden —reclama la señora Giorgia r

ercó y la i

y estamos de aniversario y no dejaremos de ir a ese restaurante cerca de la playa que tanto te encanta. —Desde que se casaron eran la pareja perfecta, cuando uno

*

mero de teléfono de su madre y decidió rechazarla. Supuso que la estaba llamando para disculparse por haber sido tan dura. Siempre

bién la rechazó, pero insistió tantas veces que solo p

ando en su mente lo

ito con urgencia que se traslade a la Clínica los Samanes, ubicada a tres cuadra

izó y de nuevo imágenes sangr

tiesa y has perdido el color de tus m

de su auto, ante tal situación Rebeca la siguió y cuando

o. Solicitaron información y les pidieron que esperarán u

o que el especialista tenía para decirle—. Sus padres sufrieron un aparatoso accidente automovilístico,

ernas se desvanecía, no podía llorar, no le salía ninguna lágrima, estaba en

, no habían finalizado los actos fúnebres cuando un grupo d

nuevo líder. Solo tendrían que firmar algunos documentos para que nos autoricen a administrar Empresas Dupont. —Melissa, por ser la mayor, era q

vitar que cometiera el peor error de su vida a

istas, hay un testamento que claramente dictamina el curso de las Empres

on la suya, exigía tener al menos nociones básicas de administración. Y la condición más importante la im

o una posibilidad en la rebeldía de la chica. Pero el abogado la tomó del brazo y la apartó del grupo explicándole que, si no aceptaba, los años de trabajo de sus padres ter

*

r a contactar al hombre seleccionado para asum

z que se les ha podido ocurrir a esas personas. ¡No negociaré mi libertad! —mencionó y a pes

me he inventado nada. —Mancuso se detuvo porque ese hombre le había colmado la paciencia, l

tiempo en algo que de verdad le favor

contrario seré yo mismo quien te ponga tres balas directamente en el cráneo… sabes que nunca he dudado en cumplir mi palabra. —Había visto al a

erosa mujer desconocida. —El abogado Wilson sonrió y proce

de negocios y no aceptaré actos mediocres o mal organizados. De una vez advierto que n

so a autoridades civiles y militares. La novia llevaba orgullosa en

ea viejo y arrugado? Peor aún, que le falten todos dientes y sea calvo —se bur

a mejor decisión para mantener nuestro imperio y preservar el apelli

la programada. Se sorprendió cuando la marcha nupcial empezó a sonar y

a el altar. Justo a mitad de la iglesia estalló en carcajadas. No podía creer

más feo de lo que yo presentía. —Melissa f

sería la vida de casada al lado de un personaje tan particular y se frustró en

que tendrá una vigencia de tres años, debes firmarlo. —Melissa dejó caer el bouquet de flores porque estaba abs

tu jefe que es un insolente desconsiderado —gritó

do, es todo lo que necesitas para salvar la empresa —menciono William, su abogado. Después de unos m

con dirección desconocida… lo primero que se cruzó en su camino fue un bar y aunque no estaba acostumb

has salido a recibirla? —mencionó

ó tu voluntad, no puedes atentar contra mi vida —dijo con m

la harás tu mujer. ¡Sin reproches! Te lo ordeno. —El espejo se hizo añico

ía un buzo con capucha y una mascarilla para ocultar su rostro. Además, estaba seguro de que la fa

uelo, recibió a la chica y de inmed

de la falda le rozaba la pierna—. Si el abuelo Joseph te pregunta si hemos te

ener contacto íntimo con ese desconocido que no se había atrevido a mirarla a los ojos, cosa que agradeció porque ll

ipal con la frase “El verdugo Tenebroso” nunca se habría imaginado que existieran decoradores de interiores con ese estilo. Algún tiempo después Melissa decidió comprar un apartamento que est

recido. Así que no le quedó más opción que acudi

as feliz! Así que en definitiva no apoyo su ruptura. —Melissa supo que sería imposible hacerlo cambi