Mi Luna: Al Final Tu 1
antasía, así como también vale la pen
mbe
•••🌙✨🌙••••
hristo
ón no llevó más de un par de horas, al menos la estancia en el complejo de apartamentos ubicado en el centro de la ciudad, era lo suficientemente espacioso para transformarme en la forma de mi naturaleza y dar unos cuantos pa
nitas que bombardean la garganta de más, de uno de los estudiantes y personas ajenas a la
icos capturando fotografías, hace qu
isto a un hombre atractivo
ndo tanto e
una loba, prácticamente hace siglos, y
estupideces
en buscarlas, abro la puerta transparente. La mujer de cabellos rojizos y co
as lady es
diría yo -
pher Conrad
- Interrumpe
tro mi identificación estudiantil comprendiendo
Central de México. UTCM. Ya mismo le doy de alta en el sistema. Su h
este es su horario. Cualquier duda puede pasar a control escolar, oficina número tres
n la mirada algún elevador que me lleve al segundo piso
Estudian siempre en las aulas de abajo?» de
pus, las miradas provocativas del personal femenino, inc
so, al final del corredor se encuentra
uitarme los anteojos sin ningún tipo de modificación, de mi rostro. El corazón empieza a latir
en a su máxima capacidad buscando algún tip
e. Respiro profundamente, un olor dulce, vainilla, bombones. Intento engañar mi mente, p
o me llama... ¿Po
, contengo con fuerza a Carter. Algunos alumnos me ven extra
, nuestra Luna, está a
, observo a mi frente, la fragancia sig
la buscamos hace siglos, recuerdo h
totalmente
ra, no la dejes escapa
ertido a pleno medio día en medio de un
el color dorado que los caracterizan. Al abrir la puerta una explosión de sonidos, expresiones, olores, me bloquean. Esta allí, un aura invisible para todos excepto para mi visión, la
No es correcto actuar
Conrad su profesor suplente de Filosofía y Letras.
con asombro. Dejo de lado los hal
proclamarla nuestra he
ento, ella es humana, nuestra
lobo y uso todo mi co
arra, posteriormente se pondrán de pie y s
n joven, agudizo el oído para saber cóm
ante solo escucho lo que dicen pues mi mirada está clavada en ella. Sabe que la estoy observando y baja la cabez
como el mismo mar en medio de una tormenta, su piel baila en tonos pálidos, como si no tomase el sol periódicamente, comparo su estatu
r medio. Su cuerpo tiene una figura como reloj de arena, una cintura estrecha y pequeña, las caderas grandes al igual que sus pechos. Aunque luce más delgada de lo que cr
de forma poco simple» Ella se
orita Ramos,
luna, la hem