Mi Luna: Al Final Tu 1
de ll
ucho quejarse. Me cruzo de brazos deteniendo nuestros pasos.
i amiga rueda los ojos y yo niego con la cabeza buscando un lugar donde s
rsonas en la estancia dado que a empezado a llover, últim
caso b
de lluvia y aunque amo este clima, tiende a
lega a tomar nuestros pedidos. Me quedo observando un pequeño moretón en
golpeó con
cluso podría pertenecer al equipo de danza r
u pareja l
pedido de mi amiga y regresa la mirada hacía mí. Sonrió amablemente.
bien- .Asiente con la cabeza y después de decir que
de terminar el curso, vacacionar y la profesora
profesora no te repruebe por decirle que su esposo se divorció de ella dado su carácter de mierda
to un diez este semestre si
ros. En ese momento llega la chica que nos atendió y trae nuestros
parar y grandes pero pocas gotas resbalan en el vidrio. Los olores a café, panecillos y t
rada tan peculiar de Lucy, asiento con la cabeza y levanto una ga
eguntarte ¿Cómo te f
iosa. En verdad no quiero hablar de ello, pero sé que
e fue bien en lo que cabe, aún debo llevar un control en los
a, llevas más de dos meses con ella-. Me vol
enta, salimos con cuidado del local, no quería resbalarme y caer de trasero por los charcos de lluvia en la banquet
e la tarde, el cielo está nublado y hace ver más oscuro todo, a pesar de que
ser tan corto?! ¿Qué tal si la siguiente profesora es un
s muy Dramát
s hacía la siguiente ca
fesor como en las novelas de Escritlibre? Nos miramos a la c
oñando-
, todo pue
o de
eré a un profesor de educación física con un estupendo abdomen marcado, y no
scriminand
mano al pecho y hago
seguro que sería en ciudades como Nueva York, Inglaterra o Alemania. Aquí ningún dios
e rápidamente para cambiar de tema, mis estados d
ue esté presente para ver el boxeo con papá-Asentí con
s las metí en la cerradura y giré está abriendo la puerta. Entré a mi pequeña casa de una sola habitación, coloqué el seguro colgando las llaves a lado
egulará. Desprendí de mi cuello el collar que traía al igual que los aretes, dejé mis lentes sobre la tapa del retrete mientras retiraba todo rastro de maquillaje de mi rost
iana estaría en estos momentos llegando a su casa, saludando a sus padres y compartiendo tiempo con el
especial, en esas finas cicatrices de lecciones que la vida me dio. Cumplí diecinueve años hace unos meses, Luciana y su familia me h
al televisor. Reviso algunos detalles que Norma me ha mandado, ella es la encargada de una tienda de ropa en el centro, trabajo allí ayudando a las personas a encontrar ciertas prendas y or
ras en un programa limitado. Una carrera cuyo título no es tan importante en nuestro país. Aún así, nos arriesgamos a ser la diferen
alarma de mi celular me recuerda que debo tomarme los medicamentos para la anemia, no me gusta tener que medicarme y odio las pastillas, pero es algo diario que he estado haciend
ación para leer y apago las luces dejando solamente una lámpara encendida en el corredor. Me cepillo los dien