Lo que llaman un amor desastroso [Libro II]

an un amor

Bájale, o

Sel

a, hasta que me asomé y vi una chica muy parecida a mi hermana y a mí. Sin algún esfuerzo recu

leja de la puerta, y la chica solo me mira con cierto

e me tocaste en un auto —se r

dit

ende. Claro que la recuerdo. Me pide hablar, y yo acepto sin poner peros. Los

a—. Sabía que estabas viva, y se

cómo sabes lo que

le—. Hubiera preferido que te matarás en ese accidente, lás

está tan tranquila. Sin pensarlo un solo segundo, saco mi mano y la impacto

, porque Eydan me toma de la cintura y a ella Zhair—. ¡Por tu cul

un problema, ¡y no tú y tu hermana! —No sabía que eso había pasado—. Siempre tuviste todo lo que yo no, Berni también tuvo los juguetes más caros,

te recuerdo —trato de calmarme—. Nunca supe que tení

a, y por lo que me han hablado mis papás

e fueran a ver, y nunca lo hicieron, como tampoco lo hicieron para mi cumpleaños, ni cuando m

a muchas cosas y tú la estás afectando —Betsy le

tu familia —se suelta de los brazos de Zhair—

osas —me le suelto a Eydan para quedar cerca de ella—. Si quieres vengarte, hazlo, solo no se te ocurra metert

papás hayan dejado de un lado a Judith, ellos no la han mencionado, y no creo que ten

dudas, y nadie me da una solución. Voy en busca de un taxi que me lleve a casa, no sé si sepa regresar por mí misma,

a no,

tan grosera—. Supongo que te sientes perdida por la can

ni siquiera sé de su vida y ella ya me and

y puede hacerte daño, cuídate, ¿sí? —se acerca un po

? —suelto la pregunta sin n

i, y eso me debilitó —me mira los labios, y yo lo

claro que

s, y da un paso hacia mí.

y nerviosa—. No quiero que te vuelvas a dejar tocar por ese chico, te quiero para

star gustando. No

toquen —muerdo mi labio y ella solo sonríe—

gra hacerlo —muerde mi oreja y eso me da mucha calor—. Te veré gimiendo mi nombre c

u casa y vayas a tu habitación, te vas a tocar pensando que lo ha

cosas, pero sé que no está bien imaginarme cosas con esa chica. Yo es

…

e voy a acercar para saludarlo él se gira y me sonríe. Le doy un beso en los labios cuando me acerco,

illeo, y solo estoy ahí. Mete su mano en mi

tocar por ese chico, te quiero para mí, y me enoja la idea

s de Betsy, y de alguna manera sentía que le iba a fallar. No tengo nada con ella, y tampoco recuerdo que hayamos estado juntas, pero n

os? —su cara me dice que no l

iamos todas las chicas, pero si se nos atrasa unos

o sé mentir y no tengo

el supermercado —me pasa una tasa con té

la hora. No volverá a pasar —t

iosa pensarán que te prohíbo salir y

nunca me prohíbes nada —lo abr

tu mamá, y ha dicho que

edo co

a en son de diversión—. Es una c

contar lo que ha

e lo

No

N

Desde hoy no

rme sin sexo! ¡M

é mi rop

ue yo desconocía. Mamá y Alejo se encierran horas en el despacho y a mí no se me ocurre ir a escuchar detrás de la puerta, pero hoy tengo que hacerlo, estoy dispu