icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

CEO Lá Lujuria

Capítulo 4 desconcierta

Palabras:1456    |    Actualizado en: 26/02/2024

ello que un evento de este nivel. El tiene razón. Para ellos es muy necesario, por el interés de padres como el mío también. Pero para mí es sólo una formalidad obligatoria que hay que cum

de moda ni esas cosas que estudian mis constantes compañeros. Nuestra interacción fue mejor de lo que imaginaba. Melissa es muy astuta e ingeniosa, aunque no puede ocultar su timidez. Tan pronto como estaciono el auto, salgo a abrirle la puerta. La noto nerviosa, parece no saber cómo actuar. Afortunadamente para ambos, sé muy bien qué hacer. La presiono contra la carrocería del auto y digo con la boca cerca de su oreja. — ¿Adónde vas con tanta prisa? Melissa jadea. — ¿Ni siquiera merezco un beso de buenas noches, incluso después de un comportamiento tan ejemplar? Puede que me esté volviendo loco, pero a mis ojos tu cara parece teñida de rojo. Joder, ¿quién se sonroja todavía estos días? Esta posibilidad literalmente me roba la razón. Ya no veo los besos como una obligación. Me doy cuenta de que realmente quiero confirmar esta supuesta inocencia. Melissa me mira a los ojos. Por un momento desearía que ella quisiera el beso. Que no sea robado ni por iniciativa mía. Quiero que ella quiera el contacto tanto como yo. Y está ahí. El deseo. El permiso. Confirmación de que no quiero este beso solo. Un visto bueno y no necesito nada más. Acerco nuestras bocas. Intento no asustarla. Acaricio tus labios con los míos. Un toque delicado, tan sencillo que nunca me imaginaría haciéndolo. Ella me devuelve la caricia, sondea mis labios de manera casta. Quiero más. Necesito más. Insinúo mi lengua. Melissa facilita tu paso, nuestras lenguas se encuentran, se enredan. Parecen reconocerse. Parecen haberse reencontrado. Porque la sintonía es inmediata, perfecta. Ella parece deleitarse con mi gusto, sus suspiros delatan su satisfacción. Me doy cuenta de que el beso se siente jodidamente bien y que no estaba preparada para sentir todo eso. Necesito ir más lejos. Chupo tu lengua con voluptuosidad. Coloco mi cuerpo aún más sobre el tuyo. Mi cuerpo me anima a buscar un mayor contacto y no lo dudo. Coloco tu pelvis en la mía. Presiono sutilmente para hacerla sentir mi deseo. Ella aleja nuestras bocas, me temo que la he asustado. Me culpo por apresurarme, por no poder aguantar el listón. Pero Melissa me sorprende. Descubrí que ella es muy buena en eso. Avanza sobre mi boca, como para demostrar que estamos en la misma página. Poco a poco me doy cuenta de que hace un movimiento buscando fricción. Le doy lo que quiere. Muevo indecentemente mi pelvis contra ella. Mi polla pulsa ante el contacto. El beso se vuelve urgente y mis manos suben hacia los pechos de Melissa. Me controlé demasiado. Hasta ahora he sido un caballero que nunca imaginé que

Obtenga su bonus en la App

Abrir