SUSTITUTA
ubiré y lo persuadiré p
dirigió su mira
no era su cita. No llevaba tacones de quince centímetros ni vestido de noche. N
ía ofrecido ayud
os seguían buscando el calor que se filtraba a través de la manga de su blusa de se
buscaba el medio más inmediato
mera vez que la conoció. Esa reacción extrema fue la razón por la que la había mantenido firmemente en el
Estela, lo que le molestó. "Me dijo que normalmente tienes una habitación reservada p
éjame verlo para saber con qué estoy lidiando
Nueva York al enviar a Valentina allí. Se había hundido en un lugar sombrío al recibir esta difícil noticia sobre su abuelo.
del desafío, como él había notado vagamente con satisfacción. Mantuvo un aire de suave aplomo, calmando las voces más histéricas mientras mantenía un ca
mo "Si eso es lo que prefieres". Ella deslizó su mano en la de él, co
bía un nudo enfermizo en su estómago que se hizo más grande y espinoso mientras la arrastraba
ez que lo llamaba por su nombre. Eso lo sobres
lido y grandes ojos marrones. En el año que había estado trabajando con Estela, que era un ejemplo del internado suizo al que había asistido, lleno de herederas y aristocracia, Natalia había comenzado a aprovech
idad voluptuosa a su ya muy femenina figura, haciendo que a é
la mano". Ella meneó
e la nariz y se dio cuenta de que una sensación terr
staba acariciando su manga. "Esto es algo difíc
qui
la gente de su esfera antes de que tuvieran la oportunidad de eliminarl
o se había apresurado a jurarle lealtad esta mañana. La mantendría donde
ano, él lo hizo realidad sin el menor reparo. "Todo el mundo es ree
rataba de la inevitable pérdida de su abuelo. La muerte po
rta de la suite privada de su abu
a mirada paciente. ¿Cómo es posible que nunca se hubiera dado cuenta de esas motas doradas en sus ojos castaños oscuros?
más, como si sintiera s
n en la puerta, lejos de un
ciosamente la puerta, llevándola a través de la sala de estar
recía igual. La novia de Constanzo había redecorado toda la villa cuando se casaron y Nonno no había cambiado nada en
ta del mar quedaba borrosa. Una luz tenue cayó s