Libertinaje

ssa

trada, a mi vista estaban

ún pudor. La enorme habita

n el centro de todo junto

donde una chica no tan

jeres llevaban un antifaz

nía a mirar embelesado c

boca, tan solo la sutil

erizaba

er…—vaciló Jayden a mi

o hizo contacto con el

l instante sentí sus dedo

tía sus dedos envolviéndo

é los ojos. Sus dedos eran

quieres que paren. Caric

dome el aliento. No sabía

zás estaba muy sensible,

s experimentado que me p

colador. Demasi

ué a decir ignorando la

en mi cuello y mi cuerpo

a no fue capa

fue un reto. Yo podía co

ome y esto solo era una p

pócrita era!». Cómo podí

riéndole mi co

ar todas esas ideas de mi

mente e

vitó Jayden, señalando u

or com

mente en el centro dentro

caminaba hacia el sillón v

ábanas negras. En la cama

, a diferencia de las dem

eteando entre todas en u

era

bres estaban sentados un

sus manos con rapidez ma

itaban contemplando como

de sus senos hacia su e

abios al tiempo que bail

Próximo a ellos había

ánd

entarme con lentitud

templaba todo maravillado,

ro era des

ás de los latidos de mi c

un ma

i izquierda donde había

arecía disfrutar mientras

caía en el centro de su

sta su ombligo donde se de

proceso unas cuantas vece

ra delicioso lo que sentí

tacto con

sus cuerpos con agilidad

ra deslizó su mano por el

suavemente sus dedos entre

a otra se dejaba tocar

spalda pegada a la pared

stenía la vela arrastró

iento lento…, y viscoso qu

ndose lengua con lengua en

edo

s comprobando que efecti

es er

endo de mi cuerpo, ya h

detuvo pasando a una más

s led, cambió a un rojo i

e en aut

sofá frente al mío, a un

la perfección, las pier

re el respaldo del sofá.

deslizó una mano acarici

mirada en llama que me ins

undo imaginé que eran mis

abios adueñándose de todo

olente ¿Por qué tenía q

se en la piel del sillón,

erna mo

do cortando mi campo de

lo más normal, se detuvo

se besaban y tocaban, un

n, se sentó ahorcajada sob

sarse, podía ver como s

s caderas en círculo,

a la imaginación, ambos

odía desencadenar enajena

yden, se incorporó con

y la dejó caer sobre el

n de la pelinegra hasta su

ntre pierna y la abrió sin

al tiempo que hundía su

midos altos y profundos,

ada en como él, lamía, ju

iado salvaje y placenter

de sus labio

más líquida y come

ncomodaba, me sentía

ien

orciendo mis piernas, la

ner la oleada de calor que

tándome a qu

y el deseo haciéndome e

as mientras las apretaba,

mis piernas, más latía,

lavando mis uñas en la pi

daron hacia el techo y lo

jo enorme donde podía ver

, jugaban, fornicaban y

cúspide de el libido y sin

n, gemí cerrando los ojos

n que nadie me tocara y no

erza haciendo cómplice a

asmo más placentero que j

do para que el aire lleg

ntes para volver a tener l

los ojos y evité mirar en

a avergonzada y bastante

uve que mirar en su direc

me molestaba por que hacía

a mujer en mis propios o

entir la chispa entre lo

a en m

e apoyando mis codos en

tiéndome ridículamente ind

tarme unos segundos, pero

do y el olor a

sorte disparada hacia l

cerré la puerta todo el r

o y entre por el pasillo.

te de Jayden, a

uché unos pasos, pensé q

a donde me encontraba y

nción, comenzó a ve

e, mirando den

si acabara de no

—pedí. No me importaba

taba para lle

o y terminó sonriendo de

l

T

ra que me pasaba y m

itarte eso a

el antifaz.

muré y me apr

mi espalda. Pasé la pue

r al pasillo. Todo en sil

r que no conociera el cam

d

en esas puertas y no cre

, ya lo había visto todo

Qué mas se puede esperar

interior, recordándome l

ima

eado este lugar?, quién

y las puertas estaban co

año!, la excusa perfecta.

año, apena suenen las c

paso sirve q

de mi vida. No dejaba de

gada sin olvidar que no

l sonido de las campanas

e sin llamar a la tensi

. Agradecí con un gesto d

jé caer en una de las mesa

de los alimentos y alguna

é mucha

a la madrugada y no lleg

levantar su vist

enía diarrea y no podía a

n el baño

mi garganta, desde que

ecar y de

ándome de soslayo—. Ne

sa apretando el

rbo a mi taza de chocola

mbarazad

la nariz acompañado de un

a cabeza hasta que dejamos

? —ba

ensas —justificó—. Recib

a mi cumpleaños tomé unas

i consiente de nada hast

mo remediarlo, así que sim

e baja. No quería entrar

idad, me siento tan

los ojos como dos farole

lución más que aban

es muy… —hice una pausa

es al bebé y cuando estés

i es lo que real

—interrumpió—. Sé que

ar —a

hablar esto aquí algu

razonar para que

Y yo la miré de súbito—.

rm

a. Y Sofía casi pálida. Q

pués del meticuloso proc

estigio de honor que tení

ían solo por evitar un esc

stos como dec

uplicó en u

ía y

sperada—. Eres a la úni

tár

uya para que mantuviera

ar en l

é, teniendo a Jayden en

me un

scarlo no quería tener na

va solo de pensar qu

s —dijo

ro dame unos días para en

una pizca de esperanza q

es

presentes incorporándos

al grupo. Ahora tenía qu

Más problemas y sentía