Prisionera por compromiso
er golpeado a su futura esposa, pero no le dejó opción. Y mien
y aunque Cassius disfrutaba del dolor ajeno, no
e digo, y tod
l suelo. Temía poder salir he
jefe habla,
nte asustada, pensó en su familia n
n delicadeza y percibió un aroma dulce, embriagante, femenino. Al ver qu
e, a no ser para lo estrictamente necesario y mucho menos hacer amistad con
verte la cara? -Pr
chica no parecía entender y seguía jalando de las cuerdas, as
o para decirle: Te
lados. No sabía que sería de ella en unos año
so, su madre se la pasaba hablando de los nazis y de la Unión Soviética, de cómo las personas son malditas y perversas, por eso se dedicó a traspasar todos
Anika era una señora lánguida, con un aspecto pulcro. Aria sabía que no podía desobedecerla, así que simplemente se ded
ón, solo se dedicaban a obedecer y seguir órdenes, en tanto recibieran su paga, no tenían porqué hacer preguntas. Lo único que se sabía de Cassius era que era
ato de fruta con granola -cosa que le parecía extraña- y con el cabello e
ontrario. Pero debía de obedece
l que los otros cuartos, por eso comes aquí, pero que no se te haga hábito. -Inf
no era fisgona ni entrometida. Así que simplemente se dedicó a esposar a la joven a la cama para que no intentara escapar
ón de los B
La persona al otro lado de la línea ladea la cabeza en confusión, pero no cues
lodie arqueando las cejas, observando cómo su her
studiar, porque con ese ingenio dudo que
levó una mano al pecho. Aunque en
ritó a la vez que salía de la hab