Silueta Mortal

la con la respiración agrietada y las manos temblorosas. Tomó el vaso de agua ansiando beber, pero el vidrio

rón de cuero que sujetaba sus pantalones. — !Ups! Veo que ha hecho usted un pequeño desastre — ,d

se enterró una esquir

er! —

o... — Balbuceó

ra la que la hace torpe, se las puede arreglar usted muy bien para hacer un desastre sin

sus medicinas mi señora —

onsternada al verlas huellas sangrientas en el suelo d

y! Tienes que s

la desconfianza que sentía contra ella entre sentimientos confusos y recuerdos deformes. Sofía se se

Amy no contestó. — No te preocupes,es

tico en una mano y un puñado de pastillas en la ot

á a descansar me

ó Amy ignorando las medicin

jándose hacia la puerta. —Es un símbolo de

bitación.La luz se escorría través de las tupidas cortinas y el trinar de las aves a

rada por encontrar algo que evocara en ella algún recuerdode su vida. Se encon

hó el grito desde una de las habitac

tás s

o lograba escuchar con claridad,

o podemos permitir que

a costar much

encontrar

ra? A ver, arrodíll

seguro estaba puesto del otro lado. Sofía salió a los p

ué haces fuer

quién h

¿Q

conversando c

— la tomó por el brazo inte

giró abriendo la

s por tonta

e está

s y debajo de la cama, decidida a d

pastillas que el médico recetó no te dejan pensar con claridad.

tame! —

empujón que la lanzó de espaldas a la pared. Amy,

ma de las escaleras Amy intenta

e de m

cálmate, esto no p

a meterse de golpe al ver el altercado entre sus señoras. Sofía intentó agarrarla

e agazapaba en un escalón, cubriéndose el rostro con los brazos. Los golpes de Amy cesaron con rapidez y no dejaron mayor daño que e

a escuchado todo , se acercó a a Sofía, que permanecía

ella no contestó.— Señora... —

de golpe, con una sonris

, ¿está us

risa vacía apareció de nue

hasta que los gritos cesaron y cu

Recoge tus cosas, te dejaré el

a... pero hay alg

— Sofía se puso de p

amado a l

sa... yo me encargaré de todo —. Con

, los brazos llenos de arañazos y envuelta en lágrim

mos recibido reportes d

malentendido. Una de mis s

— El policía señaló el labio roto y la sangre

o que todo

e aquí. ¿Dónde se e

ompió e

. — insistió

puso como loca.

or este hombre, — fue el veredic

— Preguntó volvién

olpiza, mi turno no había comenzado,pero cuando he llegado aquí

.. Amy... no está bien. —

o en su cintura,apretándola. La sonrisa reapareció en los labios de Sofía. Borrando la máscara de miedo y preocupación

! — exclamó cor

mí! — conte

o. — La hemos encontrado en la ruta sesenta y cinco. Ca

cidente horrible y aún no se recupera del todo. — L

esentará usted cargos — D

u cabeza desorientada. Yo sé que nuestro amor es más fuerte que todo esto. Solo tiene que contener de nuevo a s