En el momento menos oportuno
?” pensó Anna mientra
de repente Leo con una sonrisa torcida, r
ctor con un aire de sensualidad. Su falda corta al acomodarse dejó a relucir los musl
zando a ver con otros ojos, se notó c
ue ir —info
inquiri
rcicios para mañana, sé que los harás bien y tendrás bu
su largo cabello castaño oscuro, después humedeci
—, mañana ganaré una b
rtos segundos, después volvió a recoge
trabajos que los profesores dejan, podrás aprender más y ganar los exám
n su mejilla derecha, después, lo observó fi
s mañana
to, después volvió a sonreír, pero
o único que
odía ver el interior de la biblioteca, ahí estaba Anna, sonriéndole con su aire de sensualidad. Víctor
ene solució
as revolvía parte de su plato de comida—, estás llegando bas
culares a tu hermana —respondió V
a del restaurante, algunos amigos del
ientras procesaba lo que acababa de escuchar
erzos a mi hermana?, ¿a Anna? —In
Víctor alzó la mirada de su plato de
fluencia —explicó Ower—,
hablar así d
mi amigo, prefiero protegerte a ti —Ower volvió a
—explicó Víctor—, además, Anna está poniendo de su parte. No me qu
ando —soltó Owe
—opinó uno de sus a
—aceptó Ower con
, pasó los dedos de su mano por el papel y dejó salir un suspiro. El celular comen
ó sin mucha prisa por la larga calle que era abarcada por las grandes
su casa: árboles frondosos, bancas metálicas y frías, canchas de fútbol y baloncesto donde jóvenes corrían de un lado a otro; después estaba un grupo de cinco;
có a ellos con p
as —s
lo rizado y que fumaba u
ien aparec
gio? —inquirió Leo, se veía sudado y
la vieja de mate me pilló
—soltó Leo—. Te perdiste el part
no aburrido, ignorando el reclamo de su
uñó la joven rubia—. Ya no te apa
olegio e
ojos en blanco—, ¿es en serio?, no sé ni
el Víctor se la tiene monta
Víctor? —inqui
comiences —
o para que se quede quieto, también a la vieja de mate. ¿O y
enazaban por medio de mensajes en papel y si no hacían mucho caso, le pedían a Leo o a otros chicos de su grupo que les dieran un “sustito” con alguna navaja.
a joven trataba de creer que Leo de verdad sí la amaba, claro, a su manera, pero lo hacía y eso era lo importante. Sin embargo, le
mbió, ya no tenía la misma seguridad en sí misma como cuando podía estar
iana—, ¿acaso andas de estu
ñó Anna mientras se
—llam
a pensar era en darse una larga ducha, cenar y acostarse a dormir. No, no podía dormir, debía hac
, aventó el bolso sobre la cama, ¡uniforme
ra des
observó con un rostro aburrido las muchas preguntas del cuestionario que de
media d
poco bien, era la primera vez que llevaba las tareas desarrolladas y entendía prácticamente todo lo que est
Anna llevó a la boca una cucharada de leche con cereal, comenzó a mascar mientras revisa
de castellano desarrollado, en el d
ía que la regañara en clase, sabía que él era capaz de hacerlo. Además, así podría tenerl
hice”
vemos mañana” e
na excusa para hablar con ella? Anna deseaba pensar que era la segunda opción. Dejó salir
r vibrar, lo tomó de la
lzó la mirada al frente y observó a Ower comer una
e dio tu núme
ante amigo tuyo, ¿por qué
, pero nun
teniendo una conversación muy c
o esté? Podríamos repasar en mi cas
sitó—. Bueno, ya qué, ya
iblioteca, ¿te incomoda que r
to, me está recha
ncio la atrapó, después, soltó un
ño a
plaza. Estaba afanada ya que su madre esperaba en el banco hace aproximadamente una hora, tenía d
a dormir... —soltó la carcajada—, sí, ya estoy a dos cuadras, es que ese bus iba más lento, oye mami, si vieras el descaro de ese conductor, además que iba lento se le dio por detenerse y quedarse viendo un letrero de ese centro comercial que están construyendo cerca a la casa, ¿sabes cuál es? Sí, ese, y yo con ese a
omodaría a los pasajeros y tuvo que caminar hasta su casa. Al llegar se le habían quedado las llaves en su cuarto y tuvo que esperar a que su hermano
Anna mostró una sonrisa forzada al joven que llevaba en sus manos una biblia abierta y a su lado había una mujer vestida de manera elegante. El muchach
... Y lo peor es que cuando empiezan a hablar no hay poder humano que los det
le encuentran sentido a su
ando porque tengo una creencia muy diferente a la que tienen ustedes, yo pertenezco a una secta satánica y... Creo que no hay que explicar muc
a hay tantas creenc
rumpido —la señora mostró una sonrisa ll
satanás me los cuide —Anna alz
de Jesucristo —reprend
n su madre contó lo sucedido y las dos mujeres (que tendían a ser muy bu
la carcajada— y cuando le dije que satanás
seguía soltando la pequeña risa burlona y s
os hermosos y los ojos son lindos, son de un color como miel revuelto con un tono verdoso, es hermoso. Pero
su madre se cruzó de brazos y Anna volteó
de "buenas tardes, amiga mía" —ella hizo un g
re perfecto concuerde con él —la señora volvió a soltar la carcajada. Anna esta
go diferentes con las nuestras. Aunque es un buen amigo y fue un buen novio; eso es lo
s humano —expresó su mad
enmarcó una sonrisa y tomó el dinero e
nero con bastante emoción—, lo prometido es deuda, ve a comprar tus z
studiantil del nuevo instituto al cual iba a asistir y que meses d
alid
ción de su hermana— vienen unos amigos
fanfarroneó Anna sin dejar de
Recoge tu
de joder!
ta asquerosa! —Gritó Ower
e furia— ¡no puedo ni estar cómo
én es m
e o
! —Gritó Ower—
el maldito
de la sala! ¡Mira este cuarto,
! ¡Es mi mal
puerca —la tomó del cabello con su mano derecha
¡SI!, ¡
de gaseosa y otras cosas más. La joven recogió todo y después de llevarlo a la cocina, se encerró
vaban bien, por lo mismo él odiaba cuando ella estaba en casa, ya que siempre le hacía pasar momentos incómodos frente a sus amigos. Anna se p
n aparecer a la joven con su vestimenta atrevida. El hermano de Anna se quería morir al ver a su hermana vestida de esa manera. Ella pasó a la cocina y despué
omo si nada, se sentía
parentemente, no producir ninguna impresión en él. Fue algo que enfu
en? —escuc
ó a su madre, no la sintió llegar
. Ella miró fijamente a Víctor con ojos co
chica mostró una sonrisa a todos los al
s, después llevó la mirada a Víctor y le sonrió—.
íctor mientras des
tes de entrar le guiñó un ojo. Sabía que, aunque él quería aparentar
tenía; pobre joven, no sabía que estaba caminando en tierras desiertas y lle
personas de su misma calaña. La había visto jugar con tantos hombres, que prefería avisarles con tiempo a los pobres jóvenes, advertirles para que no
moroso, ingenuo y aplicado; se le ve un gran futuro por delante; si Anna lo a
udarla, a ella no le importa nada de eso. ¿Realmente crees que le interesa si pierde o gana el
. Ower, no es tan mala persona, me he dado cuenta en el poco tiempo que llevo hablando con ella. Está desesperada por mejorar, y créeme —acercó un poco su rostro a su amig
ijamente a su amigo, sumergió las manos
recuerdo que hubo un tiempo que ella era obediente, amable, aplicada, ¡si hubieras visto sus notas, todas excelentes! Siempre izaba la bandera, ¡la me
¿qué le
ba a buscar a ese parque donde siempre se sienta con esos vagos, pero ese Leo,
vi pelearte con él,
do—. Después… mi madre y yo nos dimos por vencidos. Ella… no tiene solución. No creas que soy un mal hermano, realmente me gustaría ver
—pidió Víctor—, Anna… se ve q
uen camino, tú debes sacrificarte —dijo Owe
uy bien qué es lo que quiero, estoy demasiado cómodo con mi vida como para dejarme arrastrar a una vida que no de
tás que puedes
entre a estudiar
das burlonas—, tampoco estoy pidiendo un milagr
lando muy
ó de brazos, chasqueó su lengua y volvió a s
e sientes tan seguro de ti mis
reto —dij
e la m
os, no pudo dormir bien por una tonta pesadilla
—escuchó fr
ntras acomodaba su bolso en
n de buenos
—respondió el joven
vida, prefiero mor
mesa—, deja de ser tan gruñona. Dime,
ndió con una s
te de
Amaba cocinar, era feliz preparando ga
res saber? —inqui
der responderte —explicó Víctor—. A
entía sus mejillas ruborizarse—. Ya
onriente— es un muy bonito pasatiempo.
er postres —respondió aun sin
Yo siempre he querido aprender a h
de pastel, se sabe su co
inaria que acababa de escuchar—. Bueno, investigaré el pastel que quier
a a preparar pasteles?, ¿era algún tipo de broma? No, Víctor no era de los que se divertía bu
piernas y le mostró
o… ¿qué recibiré a cambi
co más y tendría a
uitas —respo
cómo pudo pensar que Víctor le propondría algo interesante? Ese chico realmente necesi
que yo te de clases —comentó Víctor, dejó salir una pequ
na. Sonrió y después apr
las clases en mi
molesta la
ue… —¿qué mentir
terrumpió Víctor con tono amab
act
ropuesta, ¿tanto le asusta
. Estuvo a punto de reírse, tuvo que retorc
aceptó Víctor—, pero
perfección?