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En el momento menos oportuno

Capítulo 2 2

Palabras:4513    |    Actualizado en: 06/02/2024

?” pensó Anna mientra

de repente Leo con una sonrisa torcida, r

ctor con un aire de sensualidad. Su falda corta al acomodarse dejó a relucir los musl

zando a ver con otros ojos, se notó c

ue ir —info

inquiri

rcicios para mañana, sé que los harás bien y tendrás bu

su largo cabello castaño oscuro, después humedeci

—, mañana ganaré una b

rtos segundos, después volvió a recoge

trabajos que los profesores dejan, podrás aprender más y ganar los exám

n su mejilla derecha, después, lo observó fi

s mañana

to, después volvió a sonreír, pero

o único que

odía ver el interior de la biblioteca, ahí estaba Anna, sonriéndole con su aire de sensualidad. Víctor

ene solució

as revolvía parte de su plato de comida—, estás llegando bas

culares a tu hermana —respondió V

a del restaurante, algunos amigos del

ientras procesaba lo que acababa de escuchar

erzos a mi hermana?, ¿a Anna? —In

Víctor alzó la mirada de su plato de

fluencia —explicó Ower—,

hablar así d

mi amigo, prefiero protegerte a ti —Ower volvió a

—explicó Víctor—, además, Anna está poniendo de su parte. No me qu

ando —soltó Owe

—opinó uno de sus a

—aceptó Ower con

, pasó los dedos de su mano por el papel y dejó salir un suspiro. El celular comen

ó sin mucha prisa por la larga calle que era abarcada por las grandes

su casa: árboles frondosos, bancas metálicas y frías, canchas de fútbol y baloncesto donde jóvenes corrían de un lado a otro; después estaba un grupo de cinco;

có a ellos con p

as —s

lo rizado y que fumaba u

ien aparec

gio? —inquirió Leo, se veía sudado y

la vieja de mate me pilló

—soltó Leo—. Te perdiste el part

no aburrido, ignorando el reclamo de su

uñó la joven rubia—. Ya no te apa

olegio e

ojos en blanco—, ¿es en serio?, no sé ni

el Víctor se la tiene monta

Víctor? —inqui

comiences —

o para que se quede quieto, también a la vieja de mate. ¿O y

enazaban por medio de mensajes en papel y si no hacían mucho caso, le pedían a Leo o a otros chicos de su grupo que les dieran un “sustito” con alguna navaja.

a joven trataba de creer que Leo de verdad sí la amaba, claro, a su manera, pero lo hacía y eso era lo importante. Sin embargo, le

mbió, ya no tenía la misma seguridad en sí misma como cuando podía estar

iana—, ¿acaso andas de estu

ñó Anna mientras se

—llam

a pensar era en darse una larga ducha, cenar y acostarse a dormir. No, no podía dormir, debía hac

, aventó el bolso sobre la cama, ¡uniforme

ra des

observó con un rostro aburrido las muchas preguntas del cuestionario que de

media d

poco bien, era la primera vez que llevaba las tareas desarrolladas y entendía prácticamente todo lo que est

Anna llevó a la boca una cucharada de leche con cereal, comenzó a mascar mientras revisa

de castellano desarrollado, en el d

ía que la regañara en clase, sabía que él era capaz de hacerlo. Además, así podría tenerl

hice”

vemos mañana” e

na excusa para hablar con ella? Anna deseaba pensar que era la segunda opción. Dejó salir

r vibrar, lo tomó de la

lzó la mirada al frente y observó a Ower comer una

e dio tu núme

ante amigo tuyo, ¿por qué

, pero nun

teniendo una conversación muy c

o esté? Podríamos repasar en mi cas

sitó—. Bueno, ya qué, ya

iblioteca, ¿te incomoda que r

to, me está recha

ncio la atrapó, después, soltó un

ño a

plaza. Estaba afanada ya que su madre esperaba en el banco hace aproximadamente una hora, tenía d

a dormir... —soltó la carcajada—, sí, ya estoy a dos cuadras, es que ese bus iba más lento, oye mami, si vieras el descaro de ese conductor, además que iba lento se le dio por detenerse y quedarse viendo un letrero de ese centro comercial que están construyendo cerca a la casa, ¿sabes cuál es? Sí, ese, y yo con ese a

omodaría a los pasajeros y tuvo que caminar hasta su casa. Al llegar se le habían quedado las llaves en su cuarto y tuvo que esperar a que su hermano

Anna mostró una sonrisa forzada al joven que llevaba en sus manos una biblia abierta y a su lado había una mujer vestida de manera elegante. El muchach

... Y lo peor es que cuando empiezan a hablar no hay poder humano que los det

le encuentran sentido a su

ando porque tengo una creencia muy diferente a la que tienen ustedes, yo pertenezco a una secta satánica y... Creo que no hay que explicar muc

a hay tantas creenc

rumpido —la señora mostró una sonrisa ll

satanás me los cuide —Anna alz

de Jesucristo —reprend

n su madre contó lo sucedido y las dos mujeres (que tendían a ser muy bu

la carcajada— y cuando le dije que satanás

seguía soltando la pequeña risa burlona y s

os hermosos y los ojos son lindos, son de un color como miel revuelto con un tono verdoso, es hermoso. Pero

su madre se cruzó de brazos y Anna volteó

de "buenas tardes, amiga mía" —ella hizo un g

re perfecto concuerde con él —la señora volvió a soltar la carcajada. Anna esta

go diferentes con las nuestras. Aunque es un buen amigo y fue un buen novio; eso es lo

s humano —expresó su mad

enmarcó una sonrisa y tomó el dinero e

nero con bastante emoción—, lo prometido es deuda, ve a comprar tus z

studiantil del nuevo instituto al cual iba a asistir y que meses d

alid

ción de su hermana— vienen unos amigos

fanfarroneó Anna sin dejar de

Recoge tu

de joder!

ta asquerosa! —Gritó Ower

e furia— ¡no puedo ni estar cómo

én es m

e o

! —Gritó Ower—

el maldito

de la sala! ¡Mira este cuarto,

! ¡Es mi mal

puerca —la tomó del cabello con su mano derecha

¡SI!, ¡

de gaseosa y otras cosas más. La joven recogió todo y después de llevarlo a la cocina, se encerró

vaban bien, por lo mismo él odiaba cuando ella estaba en casa, ya que siempre le hacía pasar momentos incómodos frente a sus amigos. Anna se p

n aparecer a la joven con su vestimenta atrevida. El hermano de Anna se quería morir al ver a su hermana vestida de esa manera. Ella pasó a la cocina y despué

omo si nada, se sentía

parentemente, no producir ninguna impresión en él. Fue algo que enfu

en? —escuc

ó a su madre, no la sintió llegar

. Ella miró fijamente a Víctor con ojos co

chica mostró una sonrisa a todos los al

s, después llevó la mirada a Víctor y le sonrió—.

íctor mientras des

tes de entrar le guiñó un ojo. Sabía que, aunque él quería aparentar

tenía; pobre joven, no sabía que estaba caminando en tierras desiertas y lle

personas de su misma calaña. La había visto jugar con tantos hombres, que prefería avisarles con tiempo a los pobres jóvenes, advertirles para que no

moroso, ingenuo y aplicado; se le ve un gran futuro por delante; si Anna lo a

udarla, a ella no le importa nada de eso. ¿Realmente crees que le interesa si pierde o gana el

. Ower, no es tan mala persona, me he dado cuenta en el poco tiempo que llevo hablando con ella. Está desesperada por mejorar, y créeme —acercó un poco su rostro a su amig

ijamente a su amigo, sumergió las manos

recuerdo que hubo un tiempo que ella era obediente, amable, aplicada, ¡si hubieras visto sus notas, todas excelentes! Siempre izaba la bandera, ¡la me

¿qué le

ba a buscar a ese parque donde siempre se sienta con esos vagos, pero ese Leo,

vi pelearte con él,

do—. Después… mi madre y yo nos dimos por vencidos. Ella… no tiene solución. No creas que soy un mal hermano, realmente me gustaría ver

—pidió Víctor—, Anna… se ve q

uen camino, tú debes sacrificarte —dijo Owe

uy bien qué es lo que quiero, estoy demasiado cómodo con mi vida como para dejarme arrastrar a una vida que no de

tás que puedes

entre a estudiar

das burlonas—, tampoco estoy pidiendo un milagr

lando muy

ó de brazos, chasqueó su lengua y volvió a s

e sientes tan seguro de ti mis

reto —dij

e la m

os, no pudo dormir bien por una tonta pesadilla

—escuchó fr

ntras acomodaba su bolso en

n de buenos

—respondió el joven

vida, prefiero mor

mesa—, deja de ser tan gruñona. Dime,

ndió con una s

te de

Amaba cocinar, era feliz preparando ga

res saber? —inqui

der responderte —explicó Víctor—. A

entía sus mejillas ruborizarse—. Ya

onriente— es un muy bonito pasatiempo.

er postres —respondió aun sin

Yo siempre he querido aprender a h

de pastel, se sabe su co

inaria que acababa de escuchar—. Bueno, investigaré el pastel que quier

a a preparar pasteles?, ¿era algún tipo de broma? No, Víctor no era de los que se divertía bu

piernas y le mostró

o… ¿qué recibiré a cambi

co más y tendría a

uitas —respo

cómo pudo pensar que Víctor le propondría algo interesante? Ese chico realmente necesi

que yo te de clases —comentó Víctor, dejó salir una pequ

na. Sonrió y después apr

las clases en mi

molesta la

ue… —¿qué mentir

terrumpió Víctor con tono amab

act

ropuesta, ¿tanto le asusta

. Estuvo a punto de reírse, tuvo que retorc

aceptó Víctor—, pero

perfección?

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