Una virgen para el CEO
las comodidades que siempre habían tenido al lado de Miguel, ella a diferencia de su marido, era proveniente de una familia humilde, es por esa razón que cuando conoció a
gustiadas, pero cuéntanos ¿Cómo te fue con el señor Salinas? ¿Pudiste lograr llegar a un acuerdo con él? Miguel solo miraba a su hija con los ojos llenos de lagrimas, él se sentía demasiado miserable y culpable porque todo lo que estaba pasando él y su familia, era gracias a su vicio por el juego. Maruja al ver que Miguel no decía una sola palabra, se acercó a él y le preguntó: - Miguel pero ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué te quedas callado? Tu hija te hizo una pregunta y no le dices nada, ¿Tienes idea de la angustia que hemos tenido desde que te fuiste supuestamente a resolver lo de la deuda? Al menos dinos algo, cualquier cosa porque ya hemos esperado bastante a que llegaras. - Mamá por favor trata de ser más considerada con papá, apenas acaba de llegar, vamos a esperar que se relaje y nos cuente con calma qué fue lo que pasó. ¿No te parece? Miguel se sirvió un trago y se lo tomó de un solo golpe, luego se sentó en el gran sofá de la sala y las miró a ambas mientras les decía con una voz quebrada y con mucha dificultad: - Hablé con Rogelio, de hecho vengo en este momento de su oficina, pero... Pero ....es que la propuesta que me hizo para poder saldar toda la deuda que le debo, es algo que no puedo aceptar. - en ese momento se sirvió otro trago y se lo tomó de un solo sorbo, de alguna manera quería como anestesiarse a fuerza del licor, no quería enfrentar a Maruja y a su hija, no tenía las fuerzas ni el valor suficiente. Maruja no tenía la misma paciencia y tolerancia que su hija, ella estaba cansada de vivir en una zozobra sin saber en qué momento los podían sacar a la calle y terminar por perderlo todo. - Pero por Dios Miguel, ya termina de hablar, ¿qué fue eso que te propuso Rogelio Salinas que no puedes aceptar? Creo que al menos tenemos derecho a estar enteradas de la situación ¿No te parece? Ya ha sido suficiente con aguantar toda esta angustia que tenemos desde que nos dij