icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Es mejor alejarnos

Capítulo 7 La infidelidad no se perdona

Palabras:1418    |    Actualizado en: 14/12/2023

a manera tan seca. No tenía por qué enojarme si ese tipo fue algo de ella en el pasado, fue su pasado, no debía afectarme. Pero si iba a

a, a

, alargué esa deliciosa sensaci

a. Vamos, mis padres

mos a contarle

a entreguen, que será

ora de tenerla

de nuestra futura hija co

ue bau

iné. Como q

servados. Ellos adoraban a mi esposa, dicen que las madres eran un radar para saber si le querían hacer

Los besó en

á, p

ritaba mi patanería. Cuando Patricia intercede por mi madre y termino dándole la razón de que era el miedo a perder al hijo que les quedaba, si uno mira desde la perspectiva del o

esto es una

ncargas de las dos cosas sin ningún problema. Nos vamos para V

ta con los preparativos de su nieto.

eron la carta y cada uno pidió su plato—. P

fue un nefas

creo que mi hermana se radicará acá en Bogotá. Entre Eros, Ernesto y ahora Ang

si tenemos un hijo, uste

veré—. Pero como yo no mando en e

por mi padre ante la infidelidad, pero jamás hemos escuchado ni un solo rumor, si lo ha hecho ha sido muy prudente. Mis ojos solo han visto cómo se aman, respetan y comprenden, también se han peleado

mos—. Hijo, se me habí

alledupar

os mientras mi esposa y padre t

hija de nuestros amigos, los Ariza? —Cr

asa con ella? Desde que salí

icen que se volvió una mujer la cual ofrece servicios de placer. En otras palabras, es una, prepago. Y lo es desde hace mucho y nadie lo sabía. B

pasa

e por mala parte. —Por estar

reímos del comentario de mi madre, n

igo de Cristina era

lo que tiene a m

eguntó Patricia, seguía r

es su vida, lo que le duele a Ariagna Ariza, m

vio que tenía?

mbre llevó muchos cuernos, lo engañó por tantos años, eso es lo que no le perdonan. Si no lo amaba, ¿qué le costaba dejarlo sano e hiciera con su vida y trasero lo q

por tener

me dijo que su hija esc

cacho que llevó el pobre tipo. —dije—. Eso es

la sociedad de Valledupar, los padres son los que andan llevand

dro, la infidelid

bién lo

a de confianza son nefastas para una relac

sde la conversación Patricia estab

ocupa alg

omo será mi vida cuando

es mis mome

dola para demostrarle cuanto la amaba. Y espero con María Paula le pase lo que le ocurre, cuando mis padres siguieron hablando de los nietos la vi incómoda. Pero pronto dejaremos esa presión a un lado, eso espero. Siempre nos desvestíamos y vestíamos

e te contesté. Y antes de escuchar la palabra energúmeno te digo que hice la técnica del padre, al

lir ahora, José Eduar

e hizo sentir que tenía derechos so

lo decidí, así te lo digo a diario, no hay otro hombre e

si nada ante mí y fue altanero al decir que yo no lo conocía, pero mi mu

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Mi verdad2 Capítulo 2 Feliz Año Nuevo, mi amor3 Capítulo 3 Adoptaremos una bebé 4 Capítulo 4 Vuelven las amenazas5 Capítulo 5 Desconfianza6 Capítulo 6 Miedo a decir la verdad7 Capítulo 7 La infidelidad no se perdona8 Capítulo 8 Le tenía miedo a mi pasado9 Capítulo 9 Se derrumbó la imagen10 Capítulo 10 La verdad salió a la luz11 Capítulo 11 Es mejor alejarnos12 Capítulo 12 Asumir las consecuencias13 Capítulo 13 Quedé en el fango14 Capítulo 14 Me divorciaré de ella15 Capítulo 15 Dos razones para seguir caminando16 Capítulo 16 Mi eminente divorcio17 Capítulo 17 Sigo cayendo al fango18 Capítulo 18 Solo deseo mi santuario19 Capítulo 19 Pagué por su servicio20 Capítulo 20 Él me detesta 21 Capítulo 21 Separados22 Capítulo 22 Un importante recuerdo23 Capítulo 23 Conversación (parte 1)24 Capítulo 24 Conversación (parte 2) y un bello regalo25 Capítulo 25 Hablar con una amiga26 Capítulo 26 No volveré mientras te ame27 Capítulo 27 Olvidando en el día – Amando en la noche28 Capítulo 28 Llamados de atención29 Capítulo 29 Golpes de realidad30 Capítulo 30 Tomando decisiones31 Capítulo 31 Personas agradecidas32 Capítulo 32 Como te extraño33 Capítulo 33 Inicios de una ama de casa34 Capítulo 34 El tiempo pasaba35 Capítulo 35 Serpiente viperina36 Capítulo 36 Solo si yo fui su luz37 Capítulo 37 Él me llamó38 Capítulo 38 S.O.S. A una amiga39 Capítulo 39 La mejor visita40 Capítulo 40 Cantando al despecho41 Capítulo 41 Nacimiento de Eduardo José42 Capítulo 42 Una extraña sensación por verla43 Capítulo 43 Cantando la tabla44 Capítulo 44 Sanando el alma45 Capítulo 45 Conociendo a sus nietos46 Capítulo 46 La llegada de mi madre y tía47 Capítulo 47 Un giro para mis tíos – parte 148 Capítulo 48 Un giro para mis tíos – parte 249 Capítulo 49 Mi hijo ya tiene tres meses50 Capítulo 50 Él no va a morir51 Capítulo 51 Llegamos a Chile52 Capítulo 52 Se encuentra vivo53 Capítulo 53 Siempre hay una razón superior54 Capítulo 54 Dar sin esperar nada a cambio55 Capítulo 55 Decisión acertada56 Capítulo 56 En busca de las custodias57 Capítulo 57 Madre de cuatro hijos58 Capítulo 58 Los meses pasaron59 Capítulo 59 Fiesta de cumpleaños60 Capítulo 60 Vuelvo a verla61 Capítulo 61 ¿Reencuentro o tortura 62 Capítulo 62 Ahora nos escucharás – Parte 163 Capítulo 63 Ahora nos escucharás – parte 264 Capítulo 64 Frente a su casa65 Capítulo 65 Pechiche desmedido66 Capítulo 66 Ni loco la dejo ir sola67 Capítulo 67 Creo, valoro y respeto la institución del matrimonio68 Capítulo 68 Te voy a volver a conquistar69 Capítulo 69 Iniciando el viaje familiar70 Capítulo 70 Vamos a mitad del viaje71 Capítulo 71 Metiches milagrosos72 Capítulo 72 Convivencia con los niños73 Capítulo 73 Conversación (parte1)74 Capítulo 74 Conversación (parte 2)75 Capítulo 75 Conversación (parte 3)76 Capítulo 76 Estado de shock77 Capítulo 77 Escuchando conversación ajena78 Capítulo 78 Relación padre e hijos79 Capítulo 79 Juegos de seducción (parte 1)80 Capítulo 80 Juegos de seducción (parte 2)81 Capítulo 81 Cicatrices ocultas82 Capítulo 82 Escuchando a un amigo83 Capítulo 83 Paredes de protección84 Capítulo 84 Espero reversar… para sanarte85 Capítulo 85 Reconciliación86 Capítulo 86 De nuevo la señora Villalobos87 Capítulo 87 Un nuevo temor superado88 Capítulo 88 Plenitud familiar89 Capítulo 89 Siempre hay enseñanza en la gente que te rodea90 Capítulo 90 Estamos embarazados91 Capítulo 91 Epílogo – Plenitud