Una pasión prohibida.
igí y ella
levantando ligeramente el dobladillo de la tela de la falda. Revelando un par de medias de encaje y un liguero, el público
scondida a las afueras de la ciudad. Mantuvo su mirada en mí todo el tiempo, mientras bailaba en el escenario, como si realme
aginé mis manos haciéndolo. Parecía que solo estábamos ella y yo. Me sentí como si estuviéramos solos en una habitación con ella bailando para
escenario y ella me miró desde allí arriba con una sonri
ramente, puso los ojos en blanco y me soltó. Se inclinó un poco para tomarme la mano, la sujetó con fuerza. Se escucha
tado y le devolví la blusa, con gran dificultad. Porque apenas
lejandro, aquí no somos profesor y alumna. Aquí no nos con
uda bailando en un escenario de strippers? Eres mi alumna, soy
espiré hondo. - ¿Vas a decir que no es cierto? -preguntó, acercando ya su cuerpo al mío. Me alejé un poc
ún fetiche tipo profesor y alumna? Porque necesito advertirte que esta no es una película
mostrar de lo qu
-le exigí mole
a? -coqueteó
los sofás rojos presentes en ese lugar del cl
rnas a ambos lados de mi cadera. - ¿Alguna vez has oído hab
y ella sonrió. De hecho, era la primera vez que tenía a una mujer bai
i regazo, al ritmo de la música que sonaba de fondo.
, pero sabía que me gustaba
haciendo aquí? -preguntó y me quedé sin aliento por la forma en que colocó ambas ma
esivo a alcohol. Rosé su cuello con mi rostro y durante milímetros no toqué con mi b
o llegó. Me quedé sin aliento ante el movimiento y ella también. Por unos momentos, pareció
de mí gritaba
smo segundo. - Si alguien se entera de lo que está pasando, Vera, y aún no ha pasado nada, tu tesis tendrá un total de cero credibilidad, porque todo el colegio pensará que solo obtuviste tu certificado acostándote con tu profesor, t
parte de mí quería
stante. Me pasé las manos por el pelo tratando de calmarme. Bajó la cabez
e y ella asintió. - Coqueteos, conversacion
he experimentado nunca algo así.
na en que se revolcaba. Todavía podía sentir su respiración acelerada,
bamos a d
. Tragaba saliva y trataba de controlar su
esa manera. - Se mordió el labio inferior nerviosamente. - Sé que eres mi profesor... somos adultos y me estoy comportando como una adole
esta atracción. Mientr
acción, profesor? ¿Incluso cua
omo este. Me tenía más miedo a mí que a ella. Temía perder el control de
cómo estamos. -Cerré los ojos, tratando de alejarme de todo. La música a todo volumen sonaba
mis ojos, pero volvió a mirarme. -Me voy a casa. -Dijo y el deseo no
buscando? -pregunté y ella respiró h
en este club nocturno, no está interesado en mi ni en romper las n
ol y no ir tras ella. Me pasé las manos por
o no controla