Una pasión prohibida.
rme? -preguntó y
con pesades, llevando la silla a mi lado p
bre su pequeño escritorio, colocándola sobre el mío, tan pr
aría mostrarte algunos temas que he estado investigando. - Abrió el maletín y sacó unos pa
ó sobre la mesa. Era una foto de ella con
e hijos -dije y ella miró l
a de un alumno mío p
o me pareció poco ético que tenga una foto
o a mis alumnos -y me mi
preguntó y me e
onales con ellos. Los estudiantes siempre
có? ¿De manera positiva o negativa? -preguntó, mirándome y haciendo girar el lápiz que tenía entre los dedos. Me imaginé a mí mismo
sos pensamientos, y volví a mirar su rostr
o no soy capaz de nombrar ninguno de ellos ni siquiera hablar
aburrido -dijo con un dejo d
ién la encuentro muy sola y aburrida -dije ofendido. Parecía un adolesce
rer mi cuerpo cuando me llamó "Profesor". Había algo diferente en el t
nta años, con un proyecto denegado, vives sola, no tienes hijos y tu cuñada te lleva a l
eojo. -Creo que se ha informado con mucho interés, lo que significa que no ha podido sacarme de la cabeza desde ayer, ¿no es así, profesor? -preguntó y trag
estás insinuando -ella sonrió aún más, s
o? -preguntó despacio y
sto de burla. - Ya he dicho que no voy a aceptar que sigas mencionando nuestra vida pe
ral vista frente a otras personas y no por lo que estás
a abandonar tu proyecto de doctorado -dije y ella cerró el semblante-, y supongo que esta vez no podrás conseguir un nuevo asesor, ¿verdad? Porque,
te, sobre la mesa. No había mucha sinceridad en sus palabras, y mucho
iar de tema -le dije y el
preguntó, interesada
-Si me permite preguntarle, ¿cuál es su libro favorito, señorita Galeano? - sonrió de reojo.
"Madame Bovary" de Gu
unté, con una li
atención es la forma en que al autor no le importó ofender la
oral? -ella pareció sorp
tiempos cambiantes, la sociedad todavía le da un peso diferente a las mujeres que hacen exactamente lo mismo que los hombres, solo que para ellas, se ve como algo "ordinario". No tiene ex
arrepintiéndome de la pr
ando? Estábamos en
eguntó, con cierta p
ramente no esperaba esta pregunta de mi par
o, un punt
regunta, profesor? -preguntó, interesada, y de nuevo juguetea
aba al punto de que querer gritar que si. Que
cómoda, ni ética -dije con nerviosismo
unta -Sonrió, apoyando el cod
nte y tragué saliva una vez más. Ni
a una molestia
voluntad es recíproca. -Se mordió el la
quedó mirándome
crees? -preguntó y me quedé mirándola durant
o lo planeé -le dije
s planeado? ¿L
gáramos a casa. Y sí, suelo planificarlo todo. -Miré mi reloj. Ya era tarde y si seguíamos aquí podría
, ¿verdad? Si nos quedamos aquí más tiempo... -Respiró hond
, levantándose también. - Después de la clase de mañana, lo resol
na vez más, saliendo de
cho? ¿Qué est
o y sentí que mi celular vibraba en mi bolsi
mañana, para hablar de sexo y literatura. A
ese mensaje, supe que