Un contrato para el amor

me

humor para festejar, ya que perdí a mi abuelo hace poco. - ¡Vaya! Interesante. ¿Vienes aquí a menudo? - pregunta, pasando el dedo por el borde del vaso. - Sí, tengo que venir. Ahora soy el dueño, no puedo dejar el lugar abandonado. - Ah, eres el dueño. ¿Lo compraste hace poco? - No. Siempre ha sido de mi familia. Era de mi abuelo, quien se fue y me lo dejó a mí. - Ah, entiendo. Pasamos buena parte de la noche conversando. Ella es muy interesante, parece ser una mujer independiente y fascinante. Lucas aparece con una chica, que seguramente es su objetivo de la noche. Bebemos juntos, conversamos bastante y Lucas decide ir a una de las habitaciones. Como él es como un hermano para mí, nunca le cobro su estancia. Sigo conversando con Beatrice Lopes, y ella me hace la propuesta de terminar la noche en s

gemir. Le doy varios besos mientras la acaricio con los dedos. Ella suelta algunos gemidos mientras se muerde el labio inferior. No puedo resistir más y me coloco en su entrada, penetrándola lentamente, haciendo que em

un momento! No vas a escapar de mí así, guapo. Quiero más... Ella habla mientras me agarra y comenzamos allí mismo en el baño. La coloco encima del lavabo y la vuelvo a penetrar m

vuelvo a acostarme para descansar un poco. Ella viene y se r

pero no la veo. Voy al baño y ella no está allí. Veo una nota en la mesa de noche: "Hola, dormilón. Tuve que salir a trabajar. Como estabas durmiendo tan bonito, no quise despertarte. Sabes cómo encontrarme si quieres volver a verme. De todos modos, dejaré aquí mi número personal

gadas. - Hablo, mirando el estado de mi camisa. - ¡Uiuiuiiiiii! ¿Entonces fue mejor de lo que pensé? ¿Te quedaste con una leona, eh? - Él habla sonriendo. - Casi eso... - Suspiro. Bajo, tratando de no ser visto por nadie, cojo mi coche y me dirijo a mi casa. Llego allí y Lucas me está esperando afuera. Cuando me ve, comienza a aplaudir. - ¡Felicidades, la noche fue buena, eh! - Déjalo estar. N