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Costo y beneficio

Capítulo 3 Una adorable estafadora

Palabras:1726    |    Actualizado en: 09/11/2023

ue había adaptado para parecer el interior de una limusina, con asientos largos de cuero negro, posicionado

as 10:20 a.m. a más tardar, dependiendo de la fila que Kai hiciera en la cafetería frente a

s jefes de todos ellos. Seguro que alguno tendría tiempo de ir a

arse si no era una mala excusa q

, pues a fin de cuentas, Kai era de esas pocas personas en su

ría en su escritorio y le daría el reporte de venta

las cosas no iban a ser tan di

iría a la oficina de Alicia para ver qu

Sushi, tenía ganas de comer pescado, pero si recibía la llamada que estab

bien, tendrían un trato firmado a las 4, quizás a las 5,

10:12 a.m. ¿Qué tan l

i pasaban más de 5 minutos, volvería al auto y le encargaría la com

"perfecto", se quejó, pues a

su andar, Mitzuru bajo del auto

r disimular lo poco que le importaba su tiempo, solo a

ta de la cafetería y se adentró en ella. Marcando su peso con la fuerza de su mig

nces sin ocultar la molestia en el tono

olvía temblorosa-, no podría dejar comer so

cuando Mit

ué mierda?", se le di

ue le recordaban al brillo que adquiere el mar cuando

en podría decir que eran zafiros, pero siendo honestos, no

lejaba una insana y peligrosa curiosidad, todo sobre unos rosados y carno

forma de sus pechos, redondos y bien posicionados, no era suficiente para llevar la cabeza de cualquier hombre al límite de su lujuria, el

ofensivo que, sin embargo, termino p

ueños. Tan dulce y tan bella que, si no hubiera

demonios habían hecho Kai para ll

eiji no era popular en Japón, probablemente por

, cara redonda y ojos cafés, que además tenía una tendencia a sonr

americanas no les parecían atractivos los asiáticos. S

la vista, para encontrarse con el Rolex en su muñeca.

o conociste

conocimos

o la vista a él -

? ¿Po

con la mano, Kai obedeció de

-se quejó-, ¿no

ecirme algo sobre este hombre?, ¿Algo que

do su burrito-pues-dijo desp

l saco, la abrió y puso un billete de la mesa-. Aquí tiene, buena

us dedos, Mitzuru

gunto extrañada mie

na-le dijo Mitzuru

a, la escucho, llamarlos a lo lejos, ni se giró, no

, pero a pesar de sus cortas piernas, gruesos muslos y de

a al auto- ¿Cree que soy prostituta? -le pregun

facciones d

en la fila de la cafetería, usando un saco Armani y un reloj de oro y pensó "Ay, ¿sabes que

so los hombres solo invitan a comer a prostitutas

años y de todos los chicos caucásicos con rulos cobrizos y ojos soñadores, usted eligió a mi id

sa, no una mamad

es prostituta, so

rostro perfecto se volvió uno que rep

ella estiraba el brazo hacia atrás con la intención de tom

a cubrirse antes de que este se abriera l

a él y en una distancia tan corta que Mitzuru pudo percibir

ía mucho más caro -ase

ués la miro caminar por la acera hasta dar con la siguiente calle, lo cierto era que estaba encendido

aquellos bien torneos y gruesos muslos, causales de todos aquellos pensamientos demasiado impuro

bujó de manera involuntaria, misma que solo pudo borrar

írse pese a estar lleno de comida rápida y que l

ba del chofer para ordenarle que emprendiera el vi

cha ahí-a punto

pregunto busc

ru lo vio apreta

ulpo completamente-lo

A

il de embaucar, ¿Qué ibas a hacer si esa c

ona, se habría que

acaba d

un dedo divertido-, contemplarl

evó lo

os-alzo un

ta que te

pero el azul de aquellos ojos se seg

i volviese a venir maña

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