Costo y beneficio
nsaje de texto de su padre par
da en el piso 21 de aquel enorme edificio al este
s de cristal que proveían una
y ojos color miel que, con frecuencia, representaban la mirada más dulce y comp
gordo, pero no demasiado y sus mejillas estaban
o bella para él. Pero su padre tenía la sonrisa más honesta que hubiera conocido jamás y l
de su hija, después le puso las manos sobre los hombros para contemplarla c
cho, le creo un espacio seguro donde Elizabeth al f
l latir en el aquel único corazón qu
a o que tan terribles fueran sus decisiones, inclu
mpre, al final del día, su padre t
e? -pregunto Edvin sep
explico Eli con l
obraro
ares la
amente nada intimidante que tenía para
, fui echada a la calle, ¿d
in tomo la mano de Elizabeth entre las suyas
lla pregunta que cargaba consigo
defendió Elizabet
s ya no soportaba los cristalizados ojos de su pad
regreso su vista hacia él-. Pensé que tú me entenderías. Tenías la misma
e entendieras que nosotros nos equivocamos. Adelantamos las
embarazarme. Usaba pa
tienes u
n ello?, ¿Qué paso con e
os te castiga por algo no será por esto
jo es una decis
orzó nuevamente un suspiro con la intención de asentar sus emociones -. Por qué tú, hija mía-le pu
o estás lista
n paso atrás para apartar
o hic
es ese es e
tenerlo, una que le provea todo lo que necesita para crecer adecuadamente, no
le estrujaran el corazón. Cuando el ardor de sus ojos la sob
dvin no entendía su
nido, en tus 20 años de vida, ni un solo segundo en el que me arrepienta de haberme quedado a tu lado, solo para verte crecer. Es solo que-y e
olor de su garganta-. Si yo mato a este bebé ahora, cargar
o la mano de la cara a Elizab
ser igual a
é te r
¿verdad? Nosotros somos débiles; no hacemos lo que sabemos que debemos hacer, hacemos lo que n
ecisión, pero tenía que
decisión era absoluta, no tenía ninguna int
, ¿Por ser
ali
ta para enfrentar este mundo sola, solo para proteger a tu bebé-refl
clamo co
go a Elizabeth-, este es un edificio de interés social que alberga a mu
olveré
de que el coraje se le habrá pasado para entonces-ella asintió no muy conven
bajar
ro no conmigo. Resulta que no podemos
milia todos
ipócritas a
?, ¿Dónde
udiaba finanzas, pero las odiaba-. Elizabeth-la llamo en completa seried
im
nadie debe saber que estás embarazada, aquí no soy m
mpresa japonesa?, ¿
ablar sobre dejar la universidad. Es un req
ne l
de la habitación se volviera pesado-; que no debes llamar mucho la atención. Trabajarás para la a
los jefe
ar. Pero trata de mantenerte l
alabras despertaba la intr
información que obtuvo en respue
asintió sin
lo, por
mano en posici
lejada del ojo
ta la oficina presidencial de la empresa, lo reconocería al verlo sentado en aquella silla capitoneada, frente aquel
ella leería la placa negra sobre la cual las letras dorad
a Mitzur