Clases de amor, para el diablo
one
ra casa como lo es ahora. Para mí no es fácil vivir este momento. Ojalá ellos entiendan mis razones. No podíamos perder la empresa, una que lleva formada en la familia ya c
esposa? -pregunta mi herm
o. Es un hermoso moreno con el cabello castaño, igual que el de mi madre. El color de sus ojos es marrón, como los míos, y su cuerpo, ¿qué les
d-. No es tan malo, pero sí un
stás c
nada de la familia. Es el único que ha hecho su vida por su propia cuenta y que tiene ya casa comprada con sus ahorros, qu
esa, Alan?! -Siento mis mej
lar de ese tema
de que no salgas embarazada de ese infeliz traidor. Sería más
y bien que estén molestos, a fin de cuentas, Dami
n nudo en la garganta-. Sie
extrañaría si ese
s más d
uiere mi madre. Su tono d
mo de 35 años. Sus curvas son divinas a pesar de haber tenido cuatro hijos. Su piel es clara y su cabello es cas
dos, incluyendo a mi padre, que suelta el aire retenido-. Ha respetado mi decisión h
o sería raro que termines ena
defenderlo, sino
gan intimad? Es su esposa p
desadaptado, el rochelero, el flojo, el mantenido, el todo. ¿Y gracias a qué? Es el consentido de la casa. ¡Sí,
ullo? Si no hubiese aceptado, estaríamos en la calle, papá estaría perdido entre sus decepciones, tú, Renzo, estarías destrozado por no haberlo ayudado, Alan igual, mamá ni se diga
. ¡Tú nos avergonzaste a nosotros el día que aceptaste casarte con él! -Mi
na vez por todas. Estoy cansada de que me
odo este peso, no tú ni tú ni ninguno de ustedes! Era esto o nada.-Toma asiento de nuevo, mientras yo voy por mi bo
-me llam
verla con lágri
nto todo lo que vives. Lamento que tus hermanos y tu padre sean tan tontos de no enten
os extraño. Extraño esta familia unida y sonriente.
enojado porque saben que no pueden hacer
eg
a ser feliz. En casa de Damián es una tortura, y vengo para nada, para que sea lo mismo. Ya estoy
amor. -Limpia
Le doy la espalda y su