Encuentros Secretos

señor Da Silva, conocerse en otras circunstancias y averiguar el porqué de la actitud de su amiga. Parecía un t

s estaban negando, además eso le causaría un terrible dolor a su padre. Extrañaba tanto a su madre, 19 años de

pequeño altar, no podía creer como pasaba el tiempo, el recuerdo aún estaba vivo en su mente. Su familia se había

nta soltó alg

se vio interrumpida cuando su teléfono empezó a

con mi página? —saludó ca

o estoy renovando ciertas cosas, espero que sean de tu gusto,

eses, estoy tan ilusionada. Te voy adelantar por si mi organizadora no las ha llamado. Exigí que mis

orabuena! Gianna tenía una reunión hoy co

na pasada. —Hablaron durante

utique. Su amiga posee mucho talento, y ella es consciente de eso.

onocida ahí, ahora impartía clases en otra academia. Amaba los idiomas para que negar, le apasionaba la fotografía y mor

res, sino también a sus viejos

a la vida

s cosas entre ambos no se dieron en buenos términos, terminaron como amigos, pero vino lo de

mo una psicópata. ¿Ya para qué? Cuando el destino quisiese

, su agencia tenía en un edific

ijo y ent

de apellido Da Silva. Dice

s vayan a descansar y nos vemos mañana. Ya no

egundos después entró el hombre que

aludó cordialmente estrechando su m

ea le hacía un escrutinio disimuladamente, ¿qué tenía ese tipo para que Giann

ir Fabian? Si vamos a trabajar junto

otro socio está Río de Janeiro y viene en unos días,

. Con tantas cosas en la cabeza se me olvidó el apellido de su otr

lido es

do sobre las dos agencias. Se enteró que la otra agen

bre él y parecía estar limpio. Nada de delitos, ni infracci

e siempre... Bastantes frutas, vegetales, huevos, salchichas, tocinetas, harina, pollo, carne. Todo tenía mucha grasa... No podía evitarlo ahí casi todos los días se com

o su madre. La semana siguiente compraría todo sano. Variaba cada semana su menú para

año, no tenía ánimos de ver una película le pidió a Alexa una canción que le hacía re

biblioteca. Y se sumergió en su segunda pasión. Pasó horas devorando aquellas letras, cuando el reloj le indicaba que faltaba poco