Para la lluvia hay horas
ivado ya que mi amor se encontraba al otro lado del mundo; ella había partido un 20 de enero, no recuerdo día más doloroso, no se comparaba a ningún dolor antes visto en mi vida
a ir de mi lado la persona que me enseñó lo que es sentir para aprender, lo que es llorar en medio de un chiste, lo que es abrazar para perdonar y lo que es dialogar para continuar. Los caminos en
bamos, como llegar a problemas, ocultando lo que está a simple vista y se ve como lo correcto, pero debes saber algo, no existe decisi
los de las personas hablando mientras caminaban, me sentía sediento, hambriento, somnoliento, desubicado y atrapado, las calles en cada esquina antes de cruzar se veían como una opción (La cual estaba arriesgado a tomar) pero muy al fondo de mi sorda mente, yo sabía que era una estupidez. Llegando al lugar donde mis amigos habían propuesto la cita, ellos no estaban, solo personas las cuales eran a
n a mis pulmones, un aroma dulce y peculiar el cuál podría recono