Si decidieras amarme ©
ra los niños durante la mañana y eso me venía muy bien para poder ir al trabajo sin preocuparme de buscar una niñera para los niños. Cua
elado!- me dijo negándose a comer la
no te comes la comida, no hay
o, ja ja- se burló de su herma
das todavía más!- le reñí a Mario- Venga,
helado de postre. Luego se echaron a dormir la siesta, ya
o de bienvenida. Se sentó a comer y devoró la comida y el postr
bajo?- le pregunté acariciá
entes a mirar coches y he consegu
cercano, a solo diez minutos en coche de nuestra casa. Trabajaba en hora
rabajo?- me preguntó mientras se
le pregunté esperando una respuesta que claramente no iba a recibir, ya que él no tenía ni idea
legremente- Oye, me voy a duchar cariño, luego subo al dormitorio y dormi
estaba gustando mucho. Trataba sobre una princesa obligada a casarse con un príncipe que estaba
ido. Iba completamente desnudo, con todo el banano al a
ntro de mi corto camisón, hasta llegar a mi entrepierna y comenzó a acariciar mi zona íntima despacio, lo que hizo que mis braguitas se humedecieran. Después introdujo su mano dentro y comenzó a
aba muy excitada, le cogí su miembro todo erecto y comencé a acariciárselo, haciéndole excitarse cada vez más. Rober me bajó las braguitas y se coloc
preguntó con su respiración aando...- le dij
s deprisa y con fuerza. Después de tanto tiempo juntos, ya me conocía bien,
r, cuando Rober me asustó mucho
le pregunté co
rnas-. Lo siento cariño, pero se me ha cortado todo el rollo y e
e un beso en los labios-. Me v
ocos segundos antes. Entré a lavarme y me lavé también las manos y la cara, después me miré al espejo y estuve observando mi rostro. Me di cuenta de que habían
e seguía siendo bonito en mi cuerpo eran mis grandes ojos
nsar en mi marido, pero mi mente me jugó una mala pasada y comencé a pensar en el príncipe de mi libro, me imaginaba siendo la princesa somet
ar mi espalda contra la taza del baño. La imagen que había venido a mí mente en el último mom