Prometo enamorarte

pués, na

razón y la prostitución me ayudo a avanzar. Vivía en un apartamento en una zona pésima de Londres pero no podía llamar demasiado la atención, pensar que Angelique se encontraba muerta era de

perándote, ya sabes que tienes que ser amable y no se te ocurra ser una

un sádico asqueroso, mi cuerpo dolía hasta el último hueso y a pesar de eso me querías forzar a trabaj

ontigo y no pienso ponerme con remilgos solo porque a ti no te parece —él gritó y

soy una de las que te tiene miedo y lo sabes, ahora baja tus humos y te advierto que si e

rna; el asco que invadía mi cuerpo era tan grande que a duras penas contuve mi contenido estomacal, él arrancó y llegamo

ento que se acercó a mí —ni se le ocurra ocupar eso conmi

gana, ahora quiero que te des la vuelta si no desea

mplace en la cama porque es fría, por eso busca en la calle lo que no encuentra en casa. Lo deben de tomar como el ejemplo de hombre que no hace nad

an fuerte que muchos se salieron de sus habitaciones mientras corría desesperada por los pasillos de este sitio de

er a mis perros tus trozos de carne —él me golpeó muy fuerte —esto es un pequeño adelanto, ahora vamos adentro para ver que sucedió y el motivo po

oncho con el tubo clavado en su recto, en el momento que me intentó golpear lo empuje y para su mala suerte cayó encima

ramera esta me la vas a pagar y muy caro,

ue tomé las cosas que necesitaba y en el momento que estaba a punto de salir alguien tocó la puerta. Me quedé helada a

der atender, me metí en serios problemas

e preguntó con voz ronca —¿Quién te

tos ya que aunque no sabe dónde vivo pues tiene conex

ró al apartamento —tengo un sitio seguro donde

a un carro sencillo y subimos, durante todo el camino no se quitó la máscara. Quizás este pequeño detalle me podía

l chalet tenía todo lo necesario para estar cómodo y entré un poco tímida.

talle pero mañana vendré a dejarte algunos víveres. Si acaso llegas a tener algún problem

poco tímida —si deseas hablar podemos hacerlo en este momento, siento que

de billetes —toma tu pago, todo s

vita, me has ayudado y lo mínimo que puedo hac

s guardarlo para más adelante, tendrás que cambiar de trabajo de una vez ya que es demasiado pel

persona las cosas siempre eran así, no se acostaba conmigo como los demás y solamente quería hablar, me pagaba para que lo escuchará. La primer

stá suplicando que lo haga, es difícil lidiar con ellos y más aún por el m

las personas que queremos nos lo piden, hay cosas que son muy difíciles y tu padre tiene que saberlo perfectamente e i

ua, sé que mi mamá se siente entre la espada y la pared por eso no habla nada —él suspiró —las co

ca, creo que deberías pensar las cosas y hacer lo que tu corazón te dic

a sonrisa —ves las cosas de una manera bastante si

viene de las personas que menos pensamos y eso es algo doloroso pero con el tiem

conmigo sino contigo, ¿Por qué hablas de

onozco tu cara y no sé que ocultas debajo de esa máscara, quizás es un rostro desfigurado, honestamente creo que han pa

a mi casa —él se levantó —en la alacena puedes encontrar alimentos enlata

ocurra decirme que no porque te voy a dar un puñetazo en el estómago, no quie

trataba de un hombre muy apuesto. Entré a la casa y cerré con seguro, bien me tocaría dormir en este sitio y aquí permanecería hasta nuevo aviso. Al día siguiente me desperté con hambre, fui a la alacena y ahí saqué un atún en acei