Embarazada del Millonario Prohibido

é suc

cara que esperaba. Es la rubia con curvas con la que vive Sara , vestida con un ligero vestido veraniego que se agit

sta para una sesión de modelaj

a y ahora estoy

ella, pero la euforia no está ahí. Esta es

cerca? ¿Cómo voy a hacer que se sienta mejor cuando parece

incómoda en la boca del estómago. Una parte de mí se pregunta si debería cancelarlo

dicies tu única oportunida

esbozar una sonrisa. Todo saldrá bien. Sólo

¿qué tal

eso fue un po

ara Monroe , haciendo caso omis

o sabía que viaja

es vergonzoso viendo esto a través de los ojos de otra persona. Siempre puedo justificar mi necesidad de viajar así porque es por negoci

ar un poco llamat

o nada. Parece

sonrisa dentuda pero genuina. Vale, supongo que ten

a ser una buena idea conseguir algunas fotos . Dice

ndo pasan a mi

rriente y veré qué quiere. No es que yo sea una persona que se deje llevar por la corriente, y rea

aga falta. Incluso si eso significa renunciar a partes de

ngo, antes de meter mi propio trasero en el avión. Definitivamente me siento como si estuviera en el exterior mirando hacia

r pasar este desorden

ndose al aire, y no puedo culpar a Sara por sentirse así. Pero si está decidida a no dedicarme ni un se

os ojos y preparándose para lo que le espera. Sigo observándola, imaginándola du

toy seguro de que ella no lo ve, pero nada de esto es fác

, sin embargo, y tampoco lo sa

sólo ha oído una parte de la historia. Pero es raro, ya que fue ella quien animó a Sara a venir a este viaje.

reo. Tiene el aspecto de alguien que trabaja duro, lo que desmiente la teoría de qu

ara mí también

r mejor. Cuanto más la miro, más me pregunto cómo es su suave

pensar en ell

joven para mí, no puedo mirarla de ese modo, aunque su precioso vestido rojo de verano resalte sus la

ra. ¿Qué rayos me pasa? ¿Por qué miro el rostro de Anabel como si estuviera en un plato p

vuelven a desviarse hacia ella, deseando recorrerla un poco más. Sus largas piernas son una

átil? ¿Y qué piensa de lo que ocurrirá

rá mucha diversión. De repente, mientras miro fijamente a Anabel , agradeciendo que esté demasiado per

cien fuera de los límites,

lo mejor de esto, aunque S