Un contrato con él
cuadras. Todo el mundo saludaba a Tiffany, distintos hombres con distintos vicios. Ella los sa
legando a la oficina de quien supon
Te hablé de ella la otra noche -come
stán habla
ía todo es
ño. No mordemos. Cuén
sa, s
sto. Toma
es un hombre viejo, al contrario, bastante joven para estar manejando este lugar. Tenía los ojos verde
entrenaremos y te pagaremos un sueldo base. Si los hombres te dan propina, será tuya. El local no te pide ningún porcentaje. Si deseas mantener relaciones con algún cliente, deberás rentar una de las habitaciones. También firmarás un acuerd
legales. No soy ninguna ignorante. Me gradué como contadora en una
ce
nto. Me siento como si estuviera
nvenida al Inf
oco, pero tampoco mucho. Así que está bien. Más adelante buscarí
, y mi coreografía es otra cosa. La mujer me mira muy feo, pero su nombre es Rita o algo así, me han dicho. Porque la muy descortés no se prese
dan las ocho de la noche, todas las chicas se están maquillando,
ca. En las horas que compartimos jun
esto. Jamás me
za tiñe mi
os una virgen en el grupo -Escucharla
ian mi forma de verme, desde mi cabello hasta los pies. Cuando miro mi refl
s matarán por ti -dice Rebeca, mient
de hombres bien vestidos y de distin
oncéntrate y cierra los ojos. Imagina que estás en el mar y que nadie te mi
el atuendo, consistente en ropa interior de encaje rojo, decorada c
aci
latina, mi cuerpo está helado. En medio de la tarima hay un largo tubo en el que debo comenzar a bailar. Los hombres me miran, nadie dice nada. Ni siquiera hay ruido en
un manotazo. Por cada mesa que paso, dejo un baile sensual, ganando muchas propinas, las cuales coloco en mi ropa interior. No tengo donde más guardarlas. Cuando termino con mi actuación, todos me piden a gritos. Desde esa noche, mi vida cambió. Me convertí en la mejor del lugar. Ca