2084 en mi Razón
nvidiable para contar
as rocas de tamaño mediano le ayudaban a esconderse cuando le apuntaban. Para se
egerla, una manada de vicuñas hacen su epifanÃa por ahÃ. Es buena cantidad de auquénidos que llegan para ayudar. Si se proponen a base de astu
. A unos escasos diez metros están las pampas con un s
jo es diferente. De las aletas de su nariz parte de su encantador rostro se puede ver unas gotas de sudor, producto del cans
. A dos metros antes de llegar a es
uerzo tremendo pero a su tobillo le aqueja un esguince. Tiene que seguir. Por el pundonor y el querer vivir algo más le hace sentir sé fuerte y no quiere dejar ceder al dolor. Ese empuje
nada ni a nadie. Pero ella debe seguir con esa virtud de mujer q
rcanos que piensa que v
do una vicuña. Los demás que conforman la manada han huido o eso al men
e que voltee la vista, pero ella sabe que la curiosidad puede más. Y con toda razón cuando el peligro sig
omienza a restregar los ojos constantemente, pues sabe
ntarla. Unos cuantos cabellos caen sobre su frente y sus ojos. La pequeña ráfaga ha hecho que eso suceda. Linda melena tiene ella, es castaño o algo más claro tal vez. Su rostro está puesto rojo como si fuera una encarnadura reciente
oblemas para salir de ese escollo deja descalzo sus pies. De manera inesperada el agua aumenta. La cascada suena atrozmente. Ahora hasta la naturaleza est
ueño ahogo que ha tenido, exclama:
r en un univers
cia abajo. Para abajo ya no resulta siendo una cascada. Los cua
ente sin resistencia a aquel pozo. Intentó por todos los medios agarrarse en una roca antes de mandarse abajo, pero
pumas y también en una esquina del pozo
o que peor dÃa de invierno. Lo que más le asusta es l
ro pensar que un saurio o cocodriliano se
er. Los monos intentaban ayuda
a imagen de Jessica desesperada invadió sus ojos. A ello se sometió. Ya no lo intentó má
Era la oportunidad única y no tan brillante para descender y escapar. Si con desesperación
ntribuyó para que no Cometa un desatino. Mientras más des
tierra, miró a los lados com
u otro salvaje. Lo que no vio desde arriba fue el pequeño bosque que esta
e correr a dónde y dy como dé lugar. Se disparó por un lado y los
ecorrido, tan solo habÃa a
del peligro que hay por acá cayó a un pozo i
. No vio los reflejos del agua. Las fieras salvajes en ese transcurrido del dÃa no int