Embarazada de mi jefe millonario.
atiendo acelerado y nunca en mi vida 5 minutos me habían parecido tan largos.
pensamiento y sobre saltandome. Respire p
iti
Quizás estaba muy cansada y estaba alucinando. To
iti
; encontrándome con el mismo resultado... Al igual que las otras resta
. ¿Que iba a hacer ahora?. ¡Por Dios!. Todavía tenía una vida por delante, apenas tenia 24 años y en mis planes no
amos en la universidad, había prometido dar una respuesta a mis sentimientos cuando regresará del servicio militar y yo había prom
ás Strauss había estado bebiendo en su oficina y yo había tratado de convencerlo de
recordar nada. En ese momento quería morirme, al momento en que mire sobre mi hombre y me encontre con el rostr
e amor, esa por la que tanto había luchado. Pero ¿Sería realmente así?, ¿El realmente me amaba?, ¿Y si al final de todo decidía rechazarme?. Pero había hecho tanto por él... Lo ama
latía muy fuerte y en ese momento solo quería que me tragara la tierra. ¿Debía decirle al señor Strauss?, ¿O por el
a su jefe a tales hora de la noche?. Una parte de mí me decía que tomara una decisión, que podía lidear con esto y así no arruinar su
ás allá de lo laboral, él era arrogante; siempre mirando a los demás por sobre el hombro, siendo superior a todos al ser el presidente
ente al exceso de alcohol en nuestros sistemas. Era imposible que alguien como él se fijará en alguien como y
que marque al número de trabajo, sonó el primer tono, cuando el arrepen
diera un vuelco total y latiera acelerado, como si quisiera escaparse de mi pecho, agradecí estar sentada en el
ilencio sin saber que más decir, mi mente est
guntó con voz firme, podía imaginarmelo fr
raba pronunciar una frase coherente, había pasado un mes desde nuestro encuentro y ambos habíamos acordado no hablar al respecto, ni siquiera me mol
trabajo... Si no es importante es mejor que hablemos en otro
r decirle lo que estaba pasando, me había desviado de mi objetivo a causa de los nervios que me co
nció en un tono
z más, las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente y sentí que colapsaría en cualquie