Embarazada de mi jefe millonario.
colás
ido hace tantos años... Preguntándome ¿De que me servía tener
a Karen, la cantinera que siempre me atend
iado hace un par de años. Aún recordaba cuando la conocí, me cautivo con su carita inocentes, su sonrisa adorable pero cargada de picardía pero sobre todo c
no dejarla ir, hacer hasta lo imposible para recuperarla pero nada parecía ser suficiente. Me dedique a mis nego
dibujo en mis labios, yo la había sacado de ese mundo y me había prometido que no regresaría a atender borrachos
capar un suspiro antes de sacarlo. No necesitaba mirar el identificador para saber que se trataba de Madison Miller, mi secretaria desde hace un año, e
ra intentar disimular su sonrisa burlona, deje escapar un gruñid
s acordado no decir nada al respecto pero en el fondo de mi ser sabía que tarde o temprano debíamos enfrentarnos a esa situación, al principio todo estaba borroso y no lograba recordá mucho
otación el tema de aquella noche y sinceramente no quería hablar de eso, había sido bastante brusco con ell
mado al teléfono corporativo, llevaba prácticamente un año trabajando conmigo; obvio sabía que era ella quien llamaba. Real
que dejara el tema y poder postergarlo por el fin de semana, ya el día Lunes me enfrentaria e ella - Si no es importante es mejor que hablemos en otro momento - no era típico de
a eso era evidente - Estoy embarazada - dije en un susurro que prov
eseando escuchar esa
e acelera y una calidez agradable me invadia, calidez que fue despl
n el instante. Dudaba que se hubiera en
o? - preguntó entre lágrimas, s
tás en tu casa? - pregunté rápidamente, este er
- respondió ella
voy para allá - escuché un "espere no" ant
untó Karen sin borrar esa j
alidad sensación en mi pecho, la cual no me podía explic
. Que giro de los acontecimientos - señaló ella, yo
cosas pasan por una razón - me puse de pie sacando dinero de mi billeter
- grito Karen mientras me alejaba, solo le hi
a 1 de la madrugada, hora muerta en las calles. ¿Por qué vivía tan jodidamente lejos?, Estaba seguro que le tomaba más
zona era bastante deprimente y el edificio ni hablar, al punto de que
hasta aquí - señaló apenas abrió la
edor; era un departamento pequeño, una simple sala de estar con apenas un sofá y una me
mientras ordenaba los cojines sobre el so
ldos de mis empleados? -
decuada... Lo siento - se veía realmente avergonzada, di dos zancad
l tema lo antes posible - 5 semanas a lo mucho - as
Yo - extendi mi mano para acariciar su mejilla con del
estaban teñidas por un leve sonrojo, se veía tan tierna e inocente; tan frágil que dentro de mi surgía la terrible necesidad de protegerla del mundo cruel y no
r la confusión plasmada en su mirada, el miedo a no saber que hacer lo que estaba pasando. Y por un momento senti la espe
tando como sus ojos se abrían ante la sorpresa mientr
Cóm
igo, se mi es