VOCES DEL ALMA.
monio se realizara pronto, pero eso no implicaba que no me arreglara de forma impecable, así la boda fuera un desastre o por obligación yo aspiraba a lucir herm
e mi tía Carmela, su expresión era un poema, una mezcla de desdén e hipocresía como el quién dice: “no tienes idea de lo que te has metido”, giré para ignorarla, enfoqué mi mirada en el altar, no podía negar que Kevin lucia muy atractivo, y la sonrisa adornaba su rostro. Sentí una sensación de emoción y felicidad al verlo, era el hombre que sería el padre de
a estallar de alegría y emoción, todo era perfecto en ese momento. Mis familiares y am
evin —eres la mujer
cura nos hizo la pregunta clave: “¿
í con voz cl
unta se la hi
o tu esposa a
upuesto
o no lo separe el hombre
a su rostro se iluminó, y sin perder tiempo tomó mi c
ie sabía incluyéndome es que ese era solo
rece
miraba con envidia desde una de las esquinas del salón, lo feliz que era yo. Le guiñé un ojo y le sonreí, sin dejar que su amargura me afectara, era
piraba en el aire. La música sonaba alegremente y todos, tanto amigos como familia, estábamos
s a la cabeza. Era imposible perderla de vista, porque sus bailes y risas estruendosas captaban la atención de to
conocido como una mujer seria y rigurosa, también se dejó llevar por el espíritu festivo. Verlas a ambas tan
sas descontroladas, las palabras de amor y buenos deseos se entrelazaban en un mar de júbilo. Quizás el
fesiones, no dejaba de alabar mi excel
bido a tus tías —murmuró
feliz al ig
de arrimada en casa de los suegros no es nada
so? —le pregunté, sintien
o que no trabaja ni estudia, y encima te lleva a vivir c
e tratan como a una hija. Además, mi esposo tiene muchos proyecto
ubieras sido mayor de edad está falsa de boda no se hubiera llevado a cab
o no te he hecho nada para merecer tanto odio de tu parte, y me das lástima tía Carmela, y lamento profundamente que mi felicidad te lastime. Yo lo
es tu vida. Solo espero que no sea demasiado tarde cuando te des cuenta de la verdad. Mientras sonríe y sigu
tos me arruinara el día más feliz de mi vida. Mi madre, que estaba al tanto de todo, se acercó a d
Carmela, ella siem
a a mis otras primas. Es pedante e hiriente cuando de mí se tra
ambién era gemela con un varón, conocido como Ángel Andrés. Sin embargo, arribó a este mundo en un estado de muerte y ella casi no l
para que me odie tanto. Tampoco tengo la cu
imar nunca más. Hija, quisiera decirte más cosas de mi hermana, sin embargo, yo era una niña en aquel tiempo y no podía entender por qué ella lloraba tanto, esas historias te las puede decir mis hermanas mayores. —Elevé la vista para
No dejes que nada ni nadie te quite la sonrisa de tu rostro, esta es tu fiesta de bodas y mereces disfrutarla al máximo. Ve a abrazar a tu espo