Tiempos de Venganza - Mi Insignificante Secretaria 2

cual se sentaba Grassman, y extendiendo el brazo le puso

radas, allí, en la primera plana aparecía la foto de Ivonne y Derek Coleman saliendo del tribunal,

ndena: ¡Convictos! La empresaria Ivonne Coleman

entras una terrible palidez cubría sus ya duras facciones, cuando t

rant ni siquiera intentara bromear de nuevo con su jefe, ya antes había visto esa mirada y lo que siguió fue casi

sto? —graznó desagradablemente—

adable, tanto que sus compañeros de la escuela lo llamaban “El cuervo”, sobrenombre que por supu

ilmente— Además, jefe, recuerda que estuviste enfermo ese año con el cáncer del estómago,

aber sido —dijo, y luego se sentó

e éste lo llamaría en cualquier momento cuando su cerebro terminara de di

ssman apenas se movió, se dejó escuchar un leve suspiro, luego

o robar información sobre este asunto. Pero necesito toda la información disponible sobre los eventos que desencadenaro

rá bastante tiempo y tendré que descui

cida— Ni nada más. Sólo quiero que me tengas toda esa información, así te

jo sonriendo con maldad

gió a su propia oficina para ordenar sus cosas y

y sus pensamientos se trasladaron a días más felices, cuando

… Pero luego la dureza de su mirada hizo que

nne querida? —pensó con inq

los puños hasta que los n

ar por esto —se dijo co

do al p

esó a su habitación, donde un relajado Patrick leía un libr

eguntó Patrick con una sonr

Ya sé que contigo se duerme más rápido más tranquila, pero eso es solo por

conciliador, aunque este tipo de b

azos masculinos y una sonris

a Ivonne, la que Patrick creía que era su madre y al sob

es ocupaciones como dueños de las empresas Hamilton, y habían logrado llevar la empr

utaba mucho de las caricias de su esposo por eso se relajó por completo en sus brazos y ladeo la cabeza dejando expuesta la suave y tersa piel de su cuello, y

endo suavemente— Est

con los labios rozando la

e respondió con la voz carg

us varoniles labios, sin dejar de acariciar suaveme

Sabes que tu padre no duerme temprano, debe estar

a noche —le dijo en tono sensual— Y eso nos daría algo

iando una corriente de sensaciones que estaban haciendo que sus pezone

atacando su sensible piel a placer— Puedes hacerme lo que quieras, me pondré la

s besaba su cuello con placer, después de eso solo se escucharon gemidos ahogados y pequeñas expresione