Lovely
de
1
gimnasio un poco mojado, esperaba encontrarme con
e la entrada? –Me dice un tanto sorprendido de verme ahí,
nuevo, la estupidez haciéndose notar. Pude haber deducido que
Tenía la esperanza de que el conserje o el profesor se pasaran po
como en un diluvio. –dije mi
sa. Como mínimo no me voy a bañar por el
¿Cómo alguien puede ser tan perfecto y tener tanto éxito en la vida y no darse cuenta de ello? No sabría
que no tenga interés en mí, me
úlpame. Pero es imposi
qué l
éelo. Haces que mi autoestima se sienta herida. –En lo que lo decía, Santiago se echa a reír nuevamente. C
sonado la cosa más homosexual del mundo. Y no eres exactamente tú quien deb
se sabe. -digo
ía miedo de no volver atrás, de ser raro, de decepcionar a las personas, de decepcionarme, tenía miedo de preguntarme qué pensaría mi madre y que no me guste la idea, tenía miedo de no ser yo. La idea no me producía asco, ni mucho menos. Pero...no quería que me guste. N
ado que estaba loco. Pero todo se calmó cuando se fue acercando más y más. No hice que se detenga, y sé que él esperaba que lo haga. No puedo explicarte ese momento, no es algo que se pudiera explicar con palabra
co, me miró fijamente y fu
ncia, y sin decir ni una sola palabra cog
si no hubiera pasado nada. Como si hubiera olv
ue, estaba arrepentido de no haber dejado que pase. ¿Qué demonios? Ni siquiera es normal. Me avergonzaba de sentirme así. O no tanto como eso, si no, más como si se sintiera raro. Aunque envidiaba cierta parte de él. Una envidia con una mezcla de admiración. Él había tenido to
es a
¿Por qué
ro i
ro c
iero est
ar pero nad
e alguien
is desdichas, todo el tiempo, suscitando la esperanza de que
pare
udiera
illo del instituto. Comenzó a caminar hacia mi dir
encontraría en los pasillos Van De
omento mi corazón se detuvo al pensar qué pensarían. Pero luego me
de tu cueva en los re
rigí una leve carcajada para p
¿Intentas burlarte de mí? –Digo a l
o era eso. –tr
mismo con tod
alterarte. Solo ha sido una br
a que todo mundo trataba de burlarse de mí. Ahora me daba cuenta.
oy acostumbrado, a esto, ya sabes. –Comi
os vería juntos a ustedes dos charlando en los pasillos del
sa. Y si no supiéramos del secreto de Santiago, desde afu
se encontraban mirando con atención lo que hacíamos. –Me
en las prácticas de fútbol. –Santiago le dirige una mirada a las
aban allí por Santia
nante a las chicas, ellas se desvanecen por todo el pasillo
Habrá una fiesta en la casa de los Shark. Y que puedo decir, estaría bien que pudiera venir una de las
una fiesta que estará llena de deportis
e. De hecho la mayoría del equipo te cons
a? No te lo cre
ven, trae a Honey si quieres. –c
o del equipo de futbol, ¿ver
o se ech
junto con Luna. Inútilmente, porque luego terminó en llantos
estaba a tope. No lo escuché. -¿Te la estás pasando bien o no? –repitió, pero esta ve
ue supongo que era su fan club, vinieron a hablar con Santiago por un momento y lo apartaron
se encontraba liándose con alguien. En ese momento, visualizo a José. Él me ve,
xcluido socialmente. –ríe. –Patético, patético... -murmuró en mi oído.
Ellos se quedan mirando fijamente y con mucho od
de una sonrisita que solo hacía de
manos y tumbando la pequeña mesa que se encontraba alado. Todo el mundo s
iago de que no desfigure a José a golpes. Le grita algo a dos chicos más, pero no log
tenía los huevos suficientes como para preguntárselo. Después de todo, no éramos tan amigos. ¿Desde cuándo José y Santiago se conocían? ¿Y desde cuando tenían problemas? Sentía una cu
tir celos. Eso duró unos cuantos meses. Y claramente cuando me di cuenta de lo que realmente pasaba, me costó aceptarlo. Pero sabes que las cosas que no aceptas, cuando se tratan de ti, tarde o temprano tendrás que volver a procesarlo. Y si sigues sin poder aceptarlo, volver a hacerlo, y a
ue eras gay? –Le digo un d
midez se apodera de mí por compl
eso. –dice él muy confiado de su respuesta. Lo que ha
as del mismo sexo de un día para el otro. Hay q
si temes
o que te gusta exactamente. Y en ese caso, no le tienes miedo a probar, si no, a que te guste lo que
seguro de que es
con los ojos en blanco. –Bromeo. Simp
ómodo que te lo esté pregunta
obar. –dice ca
n fácil.
acercó a mí un poco. –Puedes quita
o de asco, y un sentimiento
ueó en lo absoluto. Simplemente, sucedió.
a broma, o como un experimento. Para Santiago no era eso. Y lo cuento a