Mortal seduccion

ri

ando a

eltas por este país encontrando a la basura que tenia que matar hasta ahora es que he podido tener un s

hando por despertarse del todo, también una parte de la cama está llena de sangre, su sangre y no pasara mucho ti

asiente tratando de estirar los brazos, no sé en qué moment

er un guerrero no es un muy bueno en mi opinión, pero imagino que sus pode

asía, es

do del baño, no obtengo ninguna resp

despierto y dispuesto a comer; el tiempo corre y nunca es bueno c

e vuelves

uñe mirando las mor

ál

mirándome con un claro reto en sus ojos, camino hacia l

do dejando la cara a poco

aría haciendo algo más que provocarlo, me tiraría sobre él y obtendría lo que quiero, como una

lo

us manos, suelto la mordaza dejándolo en libe

eso sostengo entre la palma de la mano la navaja esperando el me

a la mano donde escondo la navaja-no importa cuando trates de esconderla, siento

re y venganza hay algo más en los pozos azules que posee; me está

sé cómo te afecta, como les afecta-corrijo-a menos que tu m

nto, no voy a negar algo t

arlo, solo gruñe cuando hago bromas y comentarios que no puede soportar o insinuó q

ruñendo y diciéndome varias veces mortal. también descubrí que no le gu

ender que quiero hacer. Quiero hacerle muchas cosas, cosas que no le gustar

ntido con mi petición, pero no hay ningún cambio en la expresión, sigue igual que hace unos

tomándome por sorpresa, ares camina haci

buena manera, pero no voy a

a hacia mí, sus intensos ojos azules me miran fijamente ardiendo en llamas potentes azules

, acepto sus deseos sólo si puede lograrlo; pero ahora quien tiene l

o que tanto deseo desde la primera vez que te vi,

esperando? - murmuró mi

nuestros labios, esperab

mpre se obtiene un tesoro. Así que ahora disfrutaré el mío, gimo cuando sus labios se abren dejándome entrar a su boca aún más profundamente, su lengua sale a

s. Jadeo alzando el cuchillo aruñando superficialmente su abdomen, él se corre hacia un lado esquivando con maestría mi ataque. No esperaría nada más que lo mejor de un dios gue

ldas contra su pecho, sus brazos me rodean apretándome fuertemente, quitando el aire de m

imple movimiento para retenerme muevo el trasero contra su cadera

o de jugar - susu

iego se levanta observando a todos lados. Pero dudo que vea algo, estamos en un séptimo piso,

déjame ir después podemos seguir jugando, ahora estamos en varios pr

avaja verde, agilizo el movimiento llegando hacia las armas preparando una

mundo teñido de rojo - mur