La niñera y el CEO - La hija perdida

do no se parecía al de la mujer sana. En los primeros días, Viviana asistía a fisioterapia. Tan pronto como fue dada de

rmó los papeles del divorcio poco antes de ser trasladado a la sede de la em

vor, no d

sposo. Si se hubiera quedado, podría ha

esa casa, él me agredió y violó. ¡Casi pierdo

ndió sus ojos llorosos. Se negó

a bañ

espalda de la mujer bajita que dejó de cuidar a s

vó los autos que pasaban por la avenida. Ella sintió un enorme deseo de acabar con su dolor. Pero, ¿y si Sofía la necesita? Pietro rechazó a

d para irse al edificio de la Corporación Welsch, pero la recepcionista le negó el acceso. Viviana t

aba los días recluida en su habitación, estaba deprimida. Ella abrió lo

hija. De repente, la llevaría a Disneylandia o haría una

Ella se estaba engañando a sí misma. Pi

ncendió la luz del cuarto.

s qué dí

e por eso, pronto t

ió su cabeza an

eso cuando mi

e Viviana sufre una sobredosis en una fiesta mientras celeb

levantó de la cama y trató de a

, pero se acabó —, Octávia se quejó. —

Hablar de la pérdida de su hermano era

donde habló con el director, quien se conmovió

ajo y colocando currículos en las

iviana chocó de frente con el mismo hombre que vio en el restaurante hace más de cuatro años. A pesar de su fiso

ñorita —, dijo

de vas? — Viviana pr

en algo? — El hombr

e mi camino,

mujer cargada de rabia. Ella caminó por el

blar con el

él atiende con

ro Muller es abogado

o un m

visó la información en la pantalla de la c

a oficina? — La recepcionista frunció el c

traje pantalón negro mir

Müller ha sido trasla

er su número

a información —, dijo y se volv

aba a otra mujer que se acercó a la recepcionista y murmuró al

uiere que encuent

— Vivian

uedo ayudarte —, respo

candidatas a la

rtamento de persona

Ven

Chicas jóvenes y delgadas vendrían y se sentarán a su la

as y levantó la barbilla mostrando la muleta de Viviana.

se dio por vencida. Estaba decidida a pasar

rnardi —, la

luchó por llegar a la puerta b

rrículum —, mencionó la mu

quien me nominó para

u esposo? — Le

etro

nció el ceño y arregló

z has trabaja

nrisa al recordar el trabajo. — Me encantan los

hablas

ápidamente

xcel

o me gustaría saber ¿cómo manejarías

suspiró profundamente. Su limitación podría ser

ondió en voz baja.

candidata fue llamada mientras Viviana esperaba por el ascensor. Estaba tan abatida que en

? — Gabriel We

ojos verdes midieron al ho

cuadros y espejos que sofisticaban el ambiente. En ese instante, las mejillas de Viv

diar con la vergüenza. — ¿C

a de acceso que había

aces en m

niñera, pero… — después de e

presa, pero ella estaba avergonzada de recordar la forma en que h

? — La expresión i

a Bernardi —, resp

de papel. En ese momento, ella vio

, señor Welsh? —

do él respiró hondo y se d

rdenó. — Vete de aquí antes

jó en su blusa blanca arrugada y el cabello despeinado. Los mechones opacos y con frizz quedaron atra