LLAMADA DE AMOR
se con mi sujetador, saco a los mirones y cerró la puerta con llave. Dio
amos en esta situación?, la verdad no te
, porque no sé cómo explicarle lo q
pués de dormir juntos, una bomba que no me esperaba, no sabía que estaba casado
nrió suave, con ganas de que se me caigan por accidente las prendas con las que me tapo para que m
, por favor más tarde hablaremos de lo que paso aquí, trate de recordar, yo haré lo mismo, tengo
a los compañeros esconderse o disimular con bobadas el hecho de que estaban pendientes del chisme, cruzo por una fila de honor, no logro entender lo que me hablan, tro
ue no me quite el maquillaje, enseguida mis amigas entran a hacerme la encerrona
n ese papacito rico!, -la que me habla es Angie, mi amiga, la que siempre me presumía con s
as porque escuchamos un escándalo que sacude las oficinas, nos asomamos y es una mujer bien delgada, aunque con carne donde la debe
quién es
rdadero terror, ella viene como un toro en las corralejas, con las garras listas, cuando ya está cerca, puedo sentir sus bofetadas que me dejan la cara roja, sus
equivoca señora, mi
que pueda ser cierto, desconcierta da una vuelta marchándose, pero se detiene jalándose el pelo, saltando, inclusive cabecea la pared, luego
stán ocupadas grabando mi paliza con sus lujosos celulares con fundas adornadas de piedras brillantes. Ella parece que no se detendrá, esa g
-era don Morales quien la levantaba abrazándola, apartándola de
n concierto de mochas descoordinadas, a la vez que escu
ella secretaria Sheila, me sentiría menos humillada, que vergüenza, no sé qué le viste, de seguro también será una maravis, esta vez la veo pequeñita manoteándole a don Morales que parece interponerse entre ambas, me escurro, por un lado,
a nariz, esa mujer me alcanzo a conectar otras
contra la pa
su boca despidiera vapor, se libera golpeando a Morales en sus partes nobles para luego embestirme con una
e, contemplo a mis amigas que están emocionadas sin moverse del lugar, tan solo me le
tiene, señora?, aún n
sin gota de grasa, hasta que de nuevo me la levanta de un puño en mi mentón que me hace sentir que me eleva por los cielos traspasando cada piso del edificio, saliendo por la terraza, puedo ve
sacan por la salida del edificio, voy en una camilla, rumbo a una ambulancia donde a mi la
ecer yo