La Virgen Del Árabe
necía, porque solo era cuestión de unas semanas para que el banco se quedara con la casa, se puso a llorar. Tal vez si un empleo digno le diera la remuneración q
inmediato, un peludo blanco y negro muy cariñoso —. Ya n
a cama con el tema en la cabeza, al día siguiente siquiera comió antes de irse al hospital. Su visita matutina le hizo bien a su madre, quién se a
má.
oscuros, y aunque el brillo de su mirada se apagaba con cada día
¿ya has
la, lo mejor era que su madre estuv
ada más importante que verte mi amo
dad es
ecir, y ella no se atrevía a desmentir, porqu
o vas a ver, nuestra situación va a c
iño maternal la ayudó a tomar la decisión "correcta" —. Sabes qu
r, por favor, no sigas —
ra lo que sea —le recordó, m
peranza, además no
me quedaría una vi
o
billa e hizo que la vie
eso estoy segura de que no vas a dejarme, no l
do, porque estaba resuelta a aceptar la propuesta del árabe. Sabía que de todos modos podría c
No me digas que has ido al
ir... Ha sido de otro modo, pe
cariño. Cuéntame.
pé con una señora muy especial, le he contado mi situación y se ofreció
o, a veces no se nos cruzan personas, sino
e a su madre a lo que estaba dispuesta. Aún así, tendría que hacerlo después, su madre no era tonta, mucho menos ciega como para no darse
a dejar descansar,
Pero sé que tienes razón, debo descansar. No t
bien,
o a
o empezó a sonar. Era un remitente descon
ig
o quería saber que estás pen
lo pensé mucho y c
s segura por c
e acuerdo, acepto. —explicó, mient
isión correcta. —aseg
un nudo en la garganta, por su parte, Rashid sonreía, a la ve
o un
siempre —emitió victorioso, a solas en su o
o, de un heredero, porque esa joven vir
vían las cosa