Las vueltas del destino
ían hipnotizado por completo, a un punto en el que ni yo mismo podía comprenderlo. No obstante, lo que sí podía
enía una sensación de malestar tremenda en el hombro, así como una especie de aturdimiento del
n embargo, sí era algo de gran sospecha para mí por la maldita y sencilla razón de que era u
se, por lo que tenía que r
abia porque alguien sí me había lastimado al final de cuentas, a esas heridas le sumaba una vía en mi mano, y uno
ta pesadilla
stás des
al, tan real que tuve una especie de shock ante semejante ejemplar de mujer. Ten
monios había
ía cansada, pero aun así era una delicia a la vista, una que no solo
y yo jamás había reaccionado así a una mujer. Las putas con las
teresa
médico de guardia en el nuevo centro integral comunitario Weston, en donde nos encontramos. Te quedaste en una de las puertas laterales, te encontrabas herido, q
uniforme vinotinto que resaltaba su cuerpo formado, con curvas en los lugares correcto. Ella se veía impecable, com
que ser mía