Un Amor Tan Puro
icky recibía el amor de su madre, más que el de su padre. Vivían en una humilde casa, que a pesar de la pobreza, ella nunca le hizo falta el
sentía bien de salud, sin embargo, no le dijo nada a su hija, ya que al ser muy pequeña no comprendería, la pequeña de tan solamente seis años de edad, quien
uido que su madre hizo dentro de la casa, logro llegar hast
hasta perder la voz, por ser tan pequeña no tuvo el alcance d
ntes le avisó al marido de ella, quien con el corazón roto regresó a casa. Cuando llego vio su casa llena de personas, a su mujer la estaban velando, se desplomó y llo
irves para nada, maldigo la hora en que naciste. -H
atendió de ella, no le compraba absolutamente nada, ella vestida de la caridad de los vecinos que la miraban
io, por muy duro que la castigara su padre no se quejaba, ella se convirtió en una joven silenciosa. Se las ingeniaba para comer, su padre no apo
s, ellos le comprendían lo que ella quería decirles, todos sentían lástima por ella, le regalaban ropa usada qu
dre ya no utilizaba, y se hacía un moño para que su cabello no le estorbaba a la hora de hacer oficio. Siempre que su padre l
n moteles de paso, para no verle el rostro a su hija, a quien odiaba mucho. Deseaba llegar a
ón, lo único que sobresalen y se le ven preciosos, son sus grandes ojos grises y su
sa, de paso comes algo. -ella le agradecía
lla se ganara el alimento. Vicky les hace mandados a ellas y lava la ropa a sus vecinos a cambio de comida y ro
n día se levantó temprano para hacer su rutina. La casa se está cayendo a pedazos por falta de mantenimiento, ese día de la nada llegó su padre muy contento
y arréglate ese cabello, que ya parece nido de pájaros. - con las manos le
abló contigo si ni entiendo lo que dices con esas seña
relacionen conmigo, eres un desastre andando, me
a con repulsión y asco por su manera de vestir, cuando ella se acercaba a alguien de inmediato se quitaban con el fin de al
dificios, nada que ver a su pueblo donde ella reside. Caminaron hasta llegar a un enorme castillo para sus ojos, miro con asombro las enormes puerta
eme en todo. -le dice a susur
ver de pie a cabeza y los dejo pasar, caminaron por otro largo pasillo, ella temblaba de miedo, no estaba
e, ¿verdad? -le pregunto un hombr
cky, abrió los ojos al ver el espant
es eso? Por ella no me dan ni veinte dólares, lo sien
r tipo, cocina, no exige nada, es muda, a qué hombre no le gus
ices, pero solamente te
que Vicente quería era deshac
aba fuerte, sin embargo, no salió ningún sonido de su boca, solamente las lágrimas que no dejaban de recorrer sus mejillas. Sentía un gran dolor en su garganta por forzarla a
ué hacer con ella. Hay que hacer magia
tanas, solamente la puerta por la cual entraban y salían, pero estaba con llave. En eso entra un hombre algo insólito para sus ojos. Que se t
o eres un desastre de mujer, no creo que alguien te compre hoy.