Un Amor Tan Puro
e dé a poco se va abriendo, nos acomodamos en los asientos de enfrente. Al abrirse el telón, muestra a varias c
a este momento no le veo el chiste. Aunque las mujeres se ven que están por volunta
nos ojos grises me miran fijamente, llamando completamente mi atención, su mirada se me mete en lo más profundo de mi ser. Siento como si ella me hablara con sol
ere estar en este sitio, está siendo exhibida, ella cae sentada en el escenario, solo veo cómo salen
e de primera, pronto empezaremos con la subasta, así que
ermosos le resaltan, aunque en ellos únicamente se ve tristeza, me ha atrapado, no pu
emás es la más barata de la subasta, vamos a empezar ¿Quién da cinco dólares por la pequeña Vick
asqueroso, de inmediato se me eriza la
ta dólares, a la
ólares, nadie te
sta joven está capacitada para hacer cualquier tipo de trabajo, miren sus ma
ía eso, un viejo fumando un puro, solo de pensar que cosas le hará a
endida al señor de los setenta d
mento dije eso, y me puse de pie, todos me vo
señor que ofreció quinientos dólares. -ni c
ro!! Habiendo muchas mujeres lindas
rás tú
viste un
te reembolso el dinero. -no soporte e
ora que vas a hace
después veré que hacer con ella, por l
nunca me imaginé que h
guntarle donde podía reclamar a la joven, él me indicó donde reclamarla, me dirijo a ese sitio, al verla,
daño. ¿Comprendes eso? -tímidamente asiente con su cabeza. Le extiendo la mano para que me la dé, ella se queda un rato viendo mi mano, tímidamente extiende su mano, cuando la tom
olamente miraba sus manos, mi amigo me hacía muecas en qué demonios pensaba, pero decidí ignorar
e lo que has hecho, recuerda que te puedes meter
remodelaciones, quiero que todo esté listo para la próxima semana, re
e digas
lár
todos lados, no es por nada, pero esta joven hiede a vómito. ¡Maldición! No tengo ropa femenina, eso lo tendré que resolver mañana, entramos al hotel,
e su cuerpo tiembla, ¡Carajos! Estoy hospedado en el tercer piso, ni modo, me toco caminar, la dirijo a las escaleras de emergenc
de se encuentra mi habitación, ella mira a todos lados, me imagino que la elegancia del hotel
abrir. -le digo se
y se quita rápido una especie de calzado que anda, no sé si llamarle calzado, sus pies están bien maltratados. Nu
e digo mientras le ind
le enseño la tina y la ducha, según veo, ella nunca había visto un baño decente, le digo
í en la tina o en la ducha,
da poniéndola a una temperatura agradable, voy de salida y miro que ella estira la mano para tocar e
e los harapos que lleva puesto, y se adentró en la ducha dejando que el agua recorra su cuerpo. Soltó su moño para lavar bien su cabello, busco el jabón, pero no lo enc
situación, su mente está enfocada en la rica sensación que es tomar un baño decente, siempre le tocaba sacar agua de un pozo viejo que había en su casa. En las noche