Amor, Deseo y Venganza

dines de la mansión de los Lanford. Detuvo el auto y le dio las llaves al valet park

trataban a Velkan. Cuando recién tenía el carro, le incomodaba mucho el valet, en e

undo piso, luego, sin llamar, empujó una hermosa puerta

ó después de darle a Ro

alizar a Giorgi por ningún lado, si alguien s

Elene?

da, después que dejó el servicio e

ue había sido el lugar favorito para jugar de Mary cuando era chica, el escritorio de s

en, esta

do ahora, él era un hombre de campo, acostumbrado a las situaciones más duras e

anso! ¿A cuántos animalitos de esos había que desplumar

s adversas que alguien se pueda imaginar. Ahora tenía un deportivo de

dengue. Y en las circunstancias actuales esto era sumamente peligroso. Con Nikoloz

s a

a la intemperie en el monte Elbrus en plena cordillera del Cáucaso. Se había intentado

a dirigirse hacia allá. Habló con Zurab para que supiera de sus intenciones,

estando juntos. Conversaban, en ocasiones, por horas hablando de casi cualquier tema, Tatiana hablaba i

s palabras, entonces terminaban estallando en risas que los hacía llorar en ocasiones. Se divertían muchísimo es

es, aunque no dijo exactamente para qué si

subiré al Elbru

so en esas alturas, además de los peligros comunes, los osos pardos y los lobos de las montañas eran una am

suave voz que ahora estaba llena de un d

poco sus sentimientos— pero no te

—preguntó subiendo u

iana —le dijo con algo de ex

de nada —dijo con u

ueña conversación sin intervenir— Velkan es un veterano cazador e

ente, lo que tenía sorprendidos a ambo

Velkan— Con la ida y el regreso

eligible sonó a disgusto, dicho

a su prima, pero de alguna manera intuía

él preguntar algunas cosas— ¿Sucede

las provisiones para quedarse mirando a

uy buenos amigos? —dijo esto con sinceridad inocente, pero al mismo ti

actitud contigo, parece más bi

co de disgusto— No sé por cual razón ell

rando a Velkan sin entender muy bien la ra

importancia a la cosa— Crees que esa cabaña sea la respue

ió más cómodo por lo que a su v

e lo que le preguntaba su compañero— Creo que ésta podría ser la ubicación que estábamos

el resto de las cosas mie

nda para buscar algunos arneses y cuerd

endría que hablar co

uerta lo trajo de