Un juego del destino
aradise
presid
lguien que estaba a su lado aún dormido y con la boca entreabierta. Retiró sus dedos lentamente, abrió su ojo un poco para mirar y entonces abrió los dos. Pasó saliva con dificultad, "¿Quién es?" Las imágenes de la noche anterior, desfilaron rápidamente una por su mente. Cerró los ojos y los ap
a su lado, la estremeció, se removió para quedar de perfil frente
sonrió ampliamente enseña
uslos al sentir aquel cosquilleo en esa parte privada y bien depilada. "Traidora" pensó. S
sero de un hombre, el primero el de Jamie, durante cinco años. El hombre desaparecido en el interior del baño, y luego escuchó el agua caer, se levantó y se aferró a la sábana para cubrir la desnudez, miró la majestuosa vista desde su habitación, recordó lo que no quería: la infidelida
uando entró al baño, la escena que miró frente a ella era impresionante, el cuerpo del hombre alemán era exagera
, cuando abrió sus ojos, él la estaba mirando embelesado. No se atrevió a tocarla hasta que ella lo hiciera, tan claro como ella lo ha
las anteriores horas. Escuchar como la mujer se desinhibía y se dejaba llevar por la pasión, era excitante para él. Los jadeos, los gemidos y de vez en cuando los gruñidos de parte de él ant
e levantó y con las piernas tembloro
acias. -luego colgó. Miró a la mujer desnuda recostada en la alfombra intentando tranquilizar su respiración después del orgasmo número...
sé que no diremos nuestros nombres, nada de nada, esto es algo que no v
stó sobre la cama y luego devoró su boca una última vez. Se fue a cambiar y cuando estaba en el armario solo, miró la maleta acomodada debajo de la ropa que colgaba a la perfección y arqueó una ceja al ver que estaba por colores, "Vaya" pensó sorprendido. Llegó hasta la maleta y miró la etiqueta del aeropuerto, y ahí estaba, el primer nombre de ella y de dónde venía y arrugó su ceño, "New York" sintió su cor
rior, ¿Era por qué se iba a ir cuando quería quedarse o por qué
hacer tiempo para averiguar por qué se iba-Espero est
te compró la bebida para seducirlo y meterlo a la cama. -Emma alzó sus cej
y cerró la puerta de la habitación, se ajustó la bata de seda y se quedó repasando sus palabras. -Bueno, él lo sabía cuá