Narra Brenda
A las 6 am, como de costumbre, ya estaba despierta. Hice mi cama, me bañé y procedí a preparar el desayuno. Mis padres se levantan a las 6:30 am y mi hermana a las 7 am, así que cuando se despiertan, el desayuno ya está listo.
A las 6:30 am, justo después de terminar mi desayuno, mis padres se levantaron.
- Buenos días, mamá. Buenos días, papá - los saludé con una sonrisa.
- Buenos días, Brenda - respondieron mis padres al unísono.
Recogí mi mochila y me preparé para salir.
- Me voy a la escuela - anuncié con una sonrisa.
- No entiendo por qué siempre te vas tan temprano, las clases comienzan a las 7:15 am - comentó mi mamá con tono serio.
- Ya sabes que me gusta llegar temprano para tener tiempo de ir a la biblioteca y leer - expliqué con timidez.
- Tú y tus libros, hija. Está bien leer, pero no debes vivir solo en los libros - agregó mi papá con seriedad.
- Nos vemos cuando salga de la escuela - me despedí con un tono de tristeza, les di un abrazo a mis padres y salí.
Llegué a la escuela y, como siempre, fui la primera alumna en llegar. Ni siquiera los profesores llegan a esa hora. Los únicos que llegan antes que yo son el director y la bibliotecaria.
- Buenos días, señor Kabana. Buenos días, señora Arriaga - saludé al director y a la bibliotecaria con una sonrisa.
- Buenos días, señorita Brown. Como siempre, eres la primera en llegar - me respondió el director mientras abría las puertas de la escuela.
- Buenos días, señorita Brown. ¿Qué libro planeas leer hoy? - preguntó la bibliotecaria con una sonrisa.
- Hoy tenía ganas de leer Orgullo y Prejuicio de Jane Austen - respondí sonriendo.
- Pero ese ya lo has leído muchas veces. Bueno, en realidad has leído todos los libros que tenemos en la biblioteca - comentó la bibliotecaria, sonriendo.
- Lo sé, lo he leído muchas veces. Pero es mi libro favorito - dije, sonriendo. Las puertas de la escuela se abrieron y me dirigí a la biblioteca con la bibliotecaria.
- Hasta luego, señor Kabana - me despedí mientras me alejaba.
- Nos vemos más tarde, señorita Brown - respondió el director con una sonrisa.
Estaba en la biblioteca, a punto de tomar mi libro, cuando sentí una mano sobre la mía. Ambos habíamos alcanzado el libro al mismo tiempo. Me di la vuelta y vi a un chico con ojos azules, cabello claro y una mirada cautivadora.
- Disculpa... quería leer este libro, pero tú lo agarraste primero, así que buscaré otro - dijo el chico con una sonrisa.
Era de tez blanca, cabello castaño y de aproximadamente 1.57 metros de altura.
- Bueno... yo lo tomé primero, pero puedes leerlo si quieres. Yo puedo elegir otro, hay muchos libros que leer... Cada libro aquí es un mundo que vale la pena explorar - dije con timidez.
- Tengo una idea, ¿qué tal si lo leemos juntos? - sugirió el chico con una sonrisa. - Mucho gusto, soy Alan Freeman - se presentó, extendiendo su mano.
- Me parece una gran idea. Mucho gusto, soy Brenda Brown - respondí, estrechando su mano.
Nos dirigimos a mi rincón favorito de la biblioteca, un lugar apartado con un sillón cómodo. Me encantaba ese lugar porque podía sumergirme en la historia que leía sin interrupciones.
- Este es mi lugar favorito. Siempre leo aquí - dije, sonriendo.