―¡Jandé! ¡Qué haces en la cama con este hombre!
Exclamó el tipo que acaba de entrar a la habitación luego de pasar toda la noche en un bar, desbaratando el dinero que no le pertenece― ¿Desde cuándo tienes un amante a mis espaldas? —Sigue interrogando —Ja, tú, una jodida y descarada zorra que intenta reemplazar mi amor aun estando casados. ―Le acusó con odio su esposo Darío.
Un hombre duerme al lado de la hermosa Jandé, ella no sabe en qué momento ese hombre desconocido entró en su habitación y se acomodó en la cama mientras ella dormía plácidamente.
Además, ni siquiera lo ha reconocido porque el hombre está de espaldas a ella, y ni siquiera con la voz de Darío se ha despertado para dar la cara y enfrentarse a la realidad.
El esposo la sacó a rastras de la habitación, siempre acusándola de traidora y de ser la responsable del rompimiento de su matrimonio. La llevó al jardín y allí le propinó una golpiza y le amenazó con divorciarse cuanto antes para acabar con ese matrimonio de fachada y ahora sin sentido.
―Tengo pruebas de tu infidelidad, solo mira esta foto en mi teléfono, no tienes escapatoria, mujer desvergonzada. ―Le acusa sin piedad y apuntándole con el dedo índice para que ella se sienta atemorizada y ceda a todo lo que se le viene encima.
―No es posible Darío, créeme que yo no te he engañado con ese hombre, es más, no lo conozco y aunque lo conociera nunca te traicionaría porque yo te amo a ti. ―Le repite Jandé con profundo dolor en su corazón y lágrimas en sus ojos verdes como las montañas.
En el pasado Jandé solía ser la hija de padres adinerados, sin embargo, cuando ella les presentó a su novio Darío, estos no lo aceptaron y la echaron fuera de la familia al saber que días más tarde se había casado en contra de su voluntad.
Hace un año sus padres murieron aun sin perdonarle su desobediencia, su amado esposo fue el único que se quedó a su lado para darle consuelo y apoyo moral, ahora le duele que él le pida el divorcio y pretenda adueñarse de la casa que a ella le ha costado sudor y lágrimas para poder adquirirla.
Al principio de su relación todo fue hermoso como el color de las rosas, él nunca dio indicios de ser infiel, siempre se mantuvo al pendiente de ella, sin embargo, la vida de su esposo era otra, él hace mucho tiempo dejó de trabajar con la excusa de que en ninguna empresa lo quieren contratar y por ende decidió tomar las riendas del hogar y ser él, quien cocina y se encargue del aseo.
Pero después de seis meses de matrimonio, él se volvió un hombre egocéntrico y la humillaba de vez en cuando, hasta el grado de controlar sus salidas, de esa casa solo él tenía el derecho a divertirse con sus amigos mientras ella trabaja fuertemente para pagar los caprichos del bastardo.
Ahora él la quiere dejar en la calle, aun sabiendo que apenas tiene para sobrevivir con el sueldo que gana en las empresas Volkover, donde se desempeña como la asistente del dueño de dicha empresa.