Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Mi esposo millonario: Felices para siempre
El arrepentimiento de mi exesposo
Novia del Señor Millonario
No me dejes, mi pareja
Extraño, cásate con mi mamá
Destinada a mi gran cuñado
Diamante disfrazado: Ahora mírame brillar
Renacida: me casé con el enemigo de mi ex-marido
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
"Ya está despertando doctor"
Escucho a lo lejos mientras mis oídos vuelve a adaptarse al sonido. Escucho un "pi, pi, pi" constante y me percato que es mi corazón.
"Mmmm" hago tratando de encontrar las palabras para hablar.
―No se agite señor Valois, sé que es un poco difícil pero ya ha salido y todo estará bien.
Siento como el efecto va pasando y mi cuerpo reacciona poco a poco, el dolor sube por mis piernas, sube a mis brazos y por fin a la cabeza, empieza una jaqueca.
―¿Dónde? ― Trato de decir.
―En el hospital.
«¿En el hospital? » pienso mientras mi corazón comienzan a latir agitado.
―Agua.― Murmuro.
―Tráigale un poco de agua al señor Valois.― Dice el médico a la enfermera y escucho como ella sale―¿Puede abrir los ojos?
Asiento con la cabeza. Lo hago poco a poco pero al sentir el primer destello de luz los cierro de inmediato y las imágenes vienen a mi mente. Mi esposa, mis hijos, la nieve.
―Trate de nuevo.― Me pide el doctor.
Lo intento y poco a poco me acostumbro a la luz hasta ver el techo del cuarto del hospital.
―¿Mi esposa? ¿Dónde está Nadine? ― Pregunto.
―¿Le duele la cabeza? ― Me contesta el doctor.
―Un poco... ¿Dónde está Nadine? ¿Mis hijos? ¿Qué hago aquí?
El rostro del doctor me da las malas noticias antes que la noticia en si, pero aún quiero escuchar qué paso.
―Señor Valois, está en el hospital porque usted y su familia tuvieron un accidente mientras viajaban a la casa de campo.
―¿Qué? ― Pregunto y luego trato de hacer memoria.
De nuevo lo veo, la nieve, la camioneta patinando y después... todo se nubla―¿ Y mi esposa? ¡Dónde está mi esposa! ¡Nadine! ― Gritó y trato de quitarme la intravenosa del brazo.
―¡No! ¡Espere! ¡Espere! Acaba de salir de un coma.
Las palabras del doctor me impactan «¿Coma? ¿Cómo que un coma?» Pienso.