Genial, le había arruinado el traje al dueño de la empresa, bien hecho Olivia, te has ganado el premio a la Idiota del año.
—¿Eres ciega?
—No pero... —me interrumpió.
—¿Entonces porque no te fijas por donde vas? —se estaba limpiando el saco que seguramente vale mas que mi casa.
—Fue un accidente ¿de acuerdo? Todos cometemos accidentes alguna ves, ¿usted jamás tuvo algún accidente?
—Has dicho accidente tres veces en una oración —cerró sus ojos con fuerza— mejor dime ¿Cómo vas a pagar mi traje?
—¿Pagarlo?
—¿Eres sorda también? —soltó un bufido— tienes que pagar mi traje.
No puedo pagar esa cosa, eso cuesta mas que toda mi vida, bien tengo que buscar la forma de huir lejos de aquí, si eso hare.
—Y ni pienses huir —se cruzó de brazos.