—Julie, saldré a correr un rato, —anuncia la chica de piel morena y espectacular cabello rizo, Eva es una mujer que sobresale donde sea que este, por su color y sus peculiares ojos azueles.
Muchas personas piensan que son lentes de contacto, pero la mayoría son gentes racistas que la han discriminado por ser de color.
Las personas no están acostumbradas a ver a alguien de color con ojos azules. Siempre creen que estos deben tenerlos café, verde u otro color, pero menos ese, el cual es característico del hombre blanco.
—Ve con cuidado, —asiente para salir de la casa colocándose sus audífonos.
Eva ama correr por el bosque, ya que a veces tiene que brincar troncos secos, subir algunos caminos empinados y también quiere ir al río del que escucho hablar cuando llevaba unos cafés a una de las mesas de la cafetería donde trabaja.
Su recorrido la lleva a lo más profundo del bosque, siguiendo las indicaciones que le dieron, es un camino de varios kilómetros dentro del enorme sendero que la obliga a subir algunas colinas como le gusta, no tarda mucho para que el sudor se acumule en su frente y ve la gloria cuando llega al pequeño riachuelo, sonríe para acercarse y meter sus manos.
El agua se encuentra fría y eso sin duda a Eva le encanta, mira los alrededores dándose cuenta de que está completamente sola por lo que se desnuda y entra al riachuelo, pero lo que no sabe es que dos enormes lobos la observan a la distancia sin que se dé cuenta.
—Es mía, —gruñen al mismo tiempo los chicos, sorprendidos a los pocos segundos porque Eva es el alma gemela de ambos.
—Vamos por ella, —ambos lobos bajan de donde están y antes de llegar al riachuelo vuelven a su forma humana quedándose desnudos.
—¡Hey, señorita! —exclama Hamit y Eva automáticamente cubre sus pechos, lo primero que pasa por su cabeza es que será violada al ver a los hombres desnudos en la orilla, no entiende nada de lo que sucede.