Novia del Señor Millonario
Cariño, déjalo y ven conmigo
El regreso de la esposa no deseada
Yo soy tuya y tú eres mío
Tesoro de CEO
Mimada por el despiadado jefe clandestino
La segunda oportunidad en el amor
La venganza de la heredera genio oculta bajo la máscara
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Mi encuentro con un misterioso magnate
"Usted está embarazada, señora. ¡Felicidades!".
En ese momento, Cheryl Naylor salió del hospital desconcertada, con los comentarios del médico aún resonando en su cabeza.
Cuando la mujer miró una vez más el informe de la prueba de embarazo que sostenía en la mano, en su rostro se formó una repentina sonrisa.
Era su tercer año de matrimonio con Jarred Fuller.
En realidad, ellos dos no se habían casado por amor, lo hicieron para cumplir el último deseo de la abuela del hombre.
No obstante, Jarred había sido un marido maravilloso, cumpliendo perfectamente con su papel. Él se había asegurado de que la joven llevara una buena vida y había cuidado bien de ella. Cada año, en su aniversario, él le pedía a su asistente que le enviara un regalo a Cheryl.
Realmente, la había tratado con el respeto y la dignidad que una esposa merecía.
A todos los demás les parecía que ellos eran la pareja más dulce y cariñosa.
Sin embargo, aquello estaba muy lejos de la realidad.
Cheryl se había guardado para sí misma que su esposo no le había dicho ni un solo "te amo" en los tres años que habían pasado juntos.
No obstante, fue ella quien siempre había anhelado el matrimonio, así que estaba contenta con el simple hecho de tener su compañía y su presencia en su vida. Simplemente esperaba que su felicidad aumentara a partir de ese momento, ya que estaban esperando a su primer bebé.
La joven guardó con cautela el informe de la prueba de embarazo y marcó el número de su esposo con ansiedad.
"Cheryl".
La voz profunda y agradable de Jarred se podía escuchar con claridad a través del teléfono. De hecho, su voz la calmaba.
Cheryl, por otro lado, no pudo evitar que su entusiasmo se manifestara. "¡Jarred, tengo noticias para ti!".
"Bueno, yo también tengo algo que decirte. Hablemos esta noche".
"Está bien...".
Antes de que la mujer pudiera terminar su oración, la llamada terminó de manera abrupta.
Inicialmente, ella se sentía confundida, pero esa sensación enseguida fue sustituida por la alegría de ver a su marido en pocas horas.
La noche llegó con rapidez, el sol empezó a hundirse en el horizonte.
Las luces iluminaron la Villa del Río.
Cheryl había preparado un festín con los platillos favoritos de su esposo, al tiempo que esperaba su regreso.
En poco tiempo, se escuchó afuera un vehículo, el cual que se detuvo en el camino de entrada.
El pulso de la mujer se aceleró.
El deseo de darle la bienvenida al hombre la hizo levantarse.
En ese instante, la puerta se abrió y entró un tipo alto.
Jarred tenía fama de vestir con mucha elegancia. Él llevaba puesto un traje gris a medida, una camisa blanca impecable y una corbata de rayas.
Además, el hombre tenía rasgos cincelados y una nariz prominente que lo caracterizaba. Sus lentes de montura dorada le daba un aire distante y arrogante.
"Finalmente estás en casa. Vamos a cenar primero, ¿te parece?".